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El tabaco contiene más de 4.500 sustancias químicas dañinas para la salud, entre las cuales están el monóxido de carbono, el amoniaco y la naftalina. Asusta saber que una persona no adicta al cigarillo corre el mismo riesgo de sufrir varias enfermedades con tan solo inhalar el humo. Puede ser un simple dolor de cabeza o irritación de los ojos hasta padecer cáncer del pulmón, si es que convive con un fumador.
En un ambiente cerrado con gente fumadora activa y pasiva, como las discotecas o los restaurantes que varias veces son visitados por los fumadores pasivos, es mayor el riesgo debido a que no hay ventilación y la humareda queda concentrada por días y hasta meses.
A quienes más vemos con el cigarrillo en la mano es a los jóvenes, pues deciden fumar por la presión de los amigos o para pertenecer a un grupo. Además, la publicidad influye bastante en el consumo del tabaco que venden sus productos mostrando que al fumar una persona se ve más atractiva para que así más jóvenes caigan en la adicción.
Según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren aproximadamente seis millones de personas fumadoras, de las cuales más de 600.000 son individuos que no consumen tabaco. Mientras los adictos al cigarrillo sigan con ese hábito de esparcir el humo por todos lados y no decidan dejarlo, la epidemia matará, hacia el 2030, a casi ocho millones de personas anualmente.
El 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud celebra el Día sin Tabaco para así hacer un llamado de conciencia a las personas dedicadas a fumar y también a las que están expuestas al humo del cigarrillo. Es fundamental conocer los riesgos que acarrea esta adicción, no hay que dejarse engañar por las industrias tabacaleras a las que no les importa lo que ocurra con la salud de la gente.
Si sos fumador, te estás matando solo; tu cigarrillo es tan mortal como una bala y no te das cuenta del daño que hacés también a los demás que no fuman pero aspiran el humo que expulsás. Reemplazar el humo por una sonrisa cambiará la enfermedad de tu vida por la felicidad en el mañana.
Por Mónica Rodríguez (18 años)