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Últimamente, las redes sociales, en especial Instagram, se han convertido en medios de difusión de "gastroporno", o sea, fotografías de comidas que, a las personas que están del otro lado del celular, les producen el deseo de saborearlas. Este estilo de "pornografía" no tiene un sentido sexual; su objetivo principal es generar placer y despertar el apetito o la gula.
Según la página restauraniza.com, #foodporn es una tendencia de fotografiar comida con alto contenido calórico y con características visuales muy impactantes y provocativas. Todos, en algún momento, ya compartimos algunas imágenes de nuestros tentadores platos cuando visitamos algún restaurante con nuestros amigos para compartir un delicioso asado.
Tu porción favorita, aparte de tener el ingrediente secreto que la hace irresistible, debe estar hecha artísticamente de manera que, cuando llegue a tu mesa, compartas una foto en las redes y tus seguidores te envidien por comer algo que parece tan delicioso. Más de 136 millones de publicaciones en Instagram tienen adherido el hashtag gastronómico #foodporn; muchas de ellas te producen agua en la boca.
El chef Ned Bell, del Four Seasons Hotel en Vancouver, dijo: “Me afecta ver una mala crítica, pero me afecta más que alguien haga una mala foto de mi comida. Me preocupa el aspecto que tiene mi comida en el mundo de las redes sociales”.
Desde hace varios siglos, las comidas eran objetos de pinturas de grandes artistas; hoy, el cocinero muestra todo su talento creando platos altamente atractivos. Importantes restaurantes del mundo ofrecen soportes de mesa para celulares, algunas de ellas con tecnología 360º para sacar fotos perfectas de los platos.
Un lomito con un buen aderezo de salsa de ajo y alguna torta de chocolate con cobertura de dulce de leche, fresas y chispitas encima son excelentes ejemplos de comidas tentadoras que, con solo ver una foto de ellas, se te hace agua la boca y deseás tenerlas frente a vos para saborearlas.
Cuidado, no te traumes con ser un seguidor del "gastroporno"; todo es bueno, pero en pequeña proporción. Disfrutá de la tentadora hamburguesa que está frente a vos y no te quedes con las ganas que genera verla en las redes.
Por José Peralta (19 años)