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Siempre nos preguntamos cuál será la mejor opción para estar bien físicamente y disfrutar de una vida sana. ¿No tenés tiempo de ir al gym?, el ejercicio al aire libre es una alternativa importante que nos puede ayudar a tener equilibrio en el cuerpo.
Hay momentos en el día en que te ponés pensar en cómo tener un cuerpo saludable; existen planes de alimentación que son de mucha ayuda para conseguirlo. Últimamente, el ejercicio al aire libre viene siendo una acción muy realizada por gran cantidad de personas.
En este mes de febrero ponerse en forma es una obligación, principalmente si tu media naranja manda en la relación. El problema suele ser que es difícil encontrar un gimnasio al que puedas ir, por la poca disponibilidad de horario que posees o por el dinero que tenés que invertir.
En las plazas, personas de todo el barrio se reúnen para hacer los famosos trabajos de cardio,las caminatas,los trotes leves, los que se animan hacen sentadillas y algunos suelen cerrar con clases de zumba. Ejercitándose, los vecinos experimentan relax, diversión, se conocen un poco más y mantienen su estado corporal en un muy buen nivel.
El gentío que acude a estas prácticas no conoce diferencias de edad, desde niños hasta adultos mayores, padres e hijos y amigos, se juntan para hacer una actividad de mucha conveniencia para todos. Con el ejercicio al aire libre están consiguiendo casi los mismos resultados que obtendrían en un gimnasio, con la diferencia de que es gratis, cómodo y divertido.
Para que el entrenamiento sea efectivo, debés tener en cuenta los aspectos de regularidad y horario, por lo menos realizá esta práctica tres veces por semana. Aproximádamente, 15 a 20 días tardará tu cuerpo en acostumbrarse a una rutina de ejercicios.
Siempre es importante el periodo de recuperación, dependiendo de tu cuerpo; unas dos veces por semana o más tenés que descansar, para que se relajen tus músculos. Acompañá las actividades físicas con una buena alimentación, buscá una dieta recomendada y seguila al pie de la letra; si comés mal, después no le eches la culpa al ejercicio.
También, hacete un chequeo médico por las dudas y ve si estás bien para estos ajetreos físicos. Si en tu barrio no es una costumbre hacer encuentros para ejercitarse, vos podés organizar con tus vecinos, ya sea en una plaza cercana, o en el patio de tu casa; todo depende de las ganas que tengas.
No es fácil mantener la repetición constante de ejercicios semanales, pero una vez que te adaptás, la costumbre es mucho más llevadera. Acordáte, es mejor empezar a prepararse ahora para llegar bien al próximo verano, que meterle a full recién allá por octubre.
Diego Benítez (18 años)