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Es cierto que durante la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner se podía dormir con la ventana abierta, pero también te obligaban a vivir con la mente y la boca cerradas. Eso fue lo que despertó el espíritu revolucionario de Cacho Foncaca, hijo de un afamado dentista asunceno, que vivía en una posición económica privilegiada. A pesar de eso, Cacho decidió estudiar la carrera de filosofía en la Universidad Católica y adentrarse en los grupos opositores de izquierda.
El libro “¿Éramos tan felices...?” relata la vida de un joven revolucionario del siglo pasado que volvió al Paraguay luego de casi tres décadas. Al pisar nuevamente tierra guaraní se acordó de la infancia y adolescencia que tuvo, conduciendo su Impala por las calles de Asunción, pero tratando de ocultar su posición económica, pues sus amigos zurdos no aprobaban del todo que un “burgués” forme parte de un grupo que intentaba derrocar a un dictador.
La obra cuenta con detalles el día a día de la vida durante la dictadura y es fácil adentrarse en ella, pues usa como escenario lugares que hasta hoy en día siguen existiendo en Asunción. Así también, una vez que Cacho vuelve al Paraguay luego del exilio que le tocó vivir, se encuentra con abogados estafadores, una modernización a medias de la capital y fiscales corruptos que mueren por llenar sus bolsillos; algo común en el Paraguay de hoy.
Pero, en realidad, la historia gira alrededor de un amor perdido. La intención de Cacho Foncaca era regresar al Paraguay a buscar a su exnovia Rosita, de quien nunca más supo nada desde que fue exiliado, luego de haber sido torturado. La lucha de un hombre por volver a ver al amor de su infancia y juventud y la búsqueda desesperada de datos de una persona que, después descubrió, ya había fallecido, ponen al lector atento a cada suceso que va ocurriendo y le hace pensar en esa persona que tiene a su lado o que quisiera tener.
“¿Éramos tan felices...?” es una novela corta, pero repleta de datos, situaciones, emociones e historias que atrapan a los lectores amantes de obras que contienen datos históricos y reales de la época. El libro es poco conocido; aun así, con un lenguaje coloquial y paraguayo, es capaz de contarte cómo se vivía en la dictadura, qué sufrían los exiliados y quizá te niegue la afirmación que tanta gente hace, aquella de “éramos tan felices pero no lo sabíamos”.
Por Brian Cáceres Verón (18 años)