Encuentro familiar, el motivo perfecto para compartir y disfrutar

Las historias del abuelo, la chipa guasu de la tía y las presentaciones de la artista de la casa son complementos para un bello compartir con los seres queridos. Lastimosamente, algunas costumbres se van apagando a causa de los aparatos electrónicos.

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Nadie elige el conjunto de personas con las cuales va a compartir, prácticamente, toda la vida. Sin embargo, esa predeterminación puede ser la más perfecta, pues los hermanos, los primos, la mamá y el papá, muchas veces, son los pilares y motivos que impulsan a cada uno para llegar a una meta fijada.

Esas personas que están cuando te enfermás, en tu cumpleaños, te graduás, pasás momentos importantes o vivís situaciones difíciles son consideradas familia en todo el sentido de la palabra. Muchas veces, los jóvenes ponen en primer lugar a sus amistades, pero, al final, los parientes son los que te acompañan en todo momento.

Las costumbres familiares, como reunirse los domingos en la casa de la abuela, jugar fútbol con los primos, merendar con las tías y demás cosas, van cambiando lentamente, ya que, hoy en día, al sentarnos en una ronda con los seres queridos, levantamos la mirada y, la mayoría, está jugando o chateando con su celular.

La utilización de los aparatos electrónicos tiene un millón de ventajas, pero para las familias, quizás, el uso inadecuado o exagerado de los mismos puede ser muy negativo. De acuerdo a estudios realizados por el departamento de psicología de la universidad de Gran Bretaña “Essex”, se comprobó que poner el celular sobre la mesa puede tener efectos negativos en el acercamiento, conexión y calidad de una charla.

Las rondas de tereré, las carcajadas, los primos corriendo, mientras mamá prepara la mesa y papá cocina el asado, son las cosas que, habitualmente, crean un ambiente grato. Esas tardes en las que la familia se reunía y se revisaban los álbumes con fotos son, sin duda, momentos que muchos chicos de hoy no conocen.

Cuando vayas a un cumpleaños o reunión familiar, tené en cuenta que mientras jugás con tu dispositivo celular estás perdiendo la oportunidad de charlar con un pariente que, quizás, te puede enseñar algo que internet no te va a mostrar.

Tal vez, la mejor red social es una mesa rodeada de la gente que vos más querés. Por lo tanto, recordá que de tus familiares, quizás, podés descubrir interesantes cosas que te servirán en algún momento de la vida; no cortes una charla por una aplicación que está sustituyendo las palabras y la realidad por mensajes de texto.

Disfrutá de la vida real antes que de la fantasía del mundo virtual.

Andrea Parra (18 años)

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