Cargando...
La semana pasada se viralizó en las redes sociales un video del diputado Neri Olmedo siendo entrevistado por una periodista brasileña luego de la primera sesión del Parlasur en Montevideo. Su poco manejo del castellano y el desconocimiento acerca de sus funciones como representante de nuestro país en el Mercosur generaron indignación y burlas.
Algunos comentaban que el parlasuriano debe, por lo menos, ser capaz de manifestar sus ideas claramente y es por eso que exigían que tome algunas clases de oratoria o que una persona le obsequie un libro básico de castellano para que se exprese más elocuentemente.
Otros preferían aceptar que la razón por la que alguien con tan poca preparación actúe en nombre del país es, justamente, culpa de todas las personas que el pasado 22 de abril fueron a sufragar sin conocer a ninguno de los candidatos y decidieron votar en nulo o en blanco nomás porque “no sirve luego de nada el Parlasur”.
Muchos internautas también mencionaron que Neri Olmedo, junto a otros, como Carlos Portillo, son “la idiosincrasia nacional en todo su esplendor”. Como consecuencia de no haber tomado las decisiones correctas al elegir a quienes estarían a cargo del país durante los próximos cinco años, políticos como los mencionados anteriormente son “los representantes perfectos del Paraguay”.
Lo más lamentable de tener a personas que no están preparadas al mando del país no es que aquellos no puedan expresarse elocuentemente en castellano, pues es una dificultad que presentan varios paraguayos por emplear el guaraní como lengua materna, sino que esa educación pobre que denotan cada vez que abren la boca refleja el pésimo estado del sistema educativo de nuestro país.
Después de todo, ¿qué podemos esperar de la educación de nuestros representantes si es que en el país se invierte el 3,9% del PIB en el área, lejos del 7% recomendado por la Unesco?
Esos individuos de quienes tanto nos burlamos en las redes sociales son, así como había dicho el liberal Carlos Portillo en 2014, “el reflejo de la educación pública en nuestro país”. Para evitar que este tipo de políticos llegue a ocupar cargos de alto rango debemos, primeramente, empezar a cuestionar y exigir al Gobierno mejoras en el sistema educativo, pero, al mismo tiempo, hacer mea culpa y empezar a elegir a las personas idóneas para representar al Paraguay ante organismos internacionales en elecciones futuras.
Por Fiona Aquino (18 años)