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Es casi inevitable sentirse tentado a probar un vaso de jugo, al envolvernos con el atrapante y característico aroma de naranjas o pomelos recién exprimidos, pero, de repente, llega una llamada de atención al servirnos hasta la última gota de los cítricos: “Tomá enseguida todo el jugo porque, después, pierde sus propiedades y no es lo mismo”. ¿Cuánta verdad hay detrás de esta famosa advertencia?
Según nutricionistas españoles, existe la falsa creencia de que la vitamina C del jugo de naranja casero es poco estable y, cuando no es consumido rápidamente, pierde sus propiedades. Los nutricionistas afirman que solamente calentar a 120 ºC cualquier cítrico disminuye de forma considerable la vitamina C, que se conserva perfectamente en el extracto hasta 12 horas después de ser exprimido, aunque el sabor puede volverse amargo.
Por otro lado, para las personas que quieren mantener una escultural figura y están haciendo dieta, el pan blanco y la yema del huevo son los más descartados en su lista de alimentos, pero ¿serán realmente engordantes? Según el estudio “Adelgace comiendo pan” de un médico español, experto en medicina interna y nutrición, una persona sana, que hace algo de ejercicio, puede consumir por día hasta 400 gramos de pan sin que se convierta en grasa porque el verdadero aporte calórico está en el acompañamiento como las salsas, embutidos, etc.
Igualmente, una nutricionista peruana mencionó que para hacer dieta ya no es necesario desechar el huevo de tu lista o utilizar solo la clara, ya que la yema del mismo no aporta elevados niveles de colesterol, como se pensaba.
Por otra parte, un académico mexicano de la facultad de medicina remarcó que las yemas también cuentan con una alta cantidad de proteínas como los lípidos, que son necesarios para el organismo, además de vitaminas liposolubes y pigmentantes, que favorecen el cuidado de la vista.
¿Cuántas veces te persuadieron para que comas un caldo con todas las menudencias, diciéndote que es puro alimento? En este punto, tus padres tuvieron razón porque, según la nutricionista Katherin Arévalos, tanto el puchero tradicional como las menudencias tienen un alto contenido de proteínas. "Las únicas desventajas, con las que cuentan dichos alimentos tradicionales, son las calorías y la posible pérdida de nutrientes por una larga cocción", expresa la profesional.
Asimismo, para cuidar tu correcta alimentación, debés tener en cuenta el origen de las informaciones consultadas y el tipo de recomendación que te dan familiares o amigos porque, como menciona la nutri Katherin, “no debés creer todo lo que te dicen o comparten en las redes, pues la mejor fuente siempre va a ser un nutricionista”.
Por Macarena Duarte (17 años)