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En los últimos días, al recorrer el centro histórico de Asunción, muchas personas quedan asombradas al contemplar los múltiples murales que adornan la capital del país. La gente se pregunta a qué se debe tal acontecimiento y desparramo de talento y creatividad.
La respuesta es que, en nuestra ciudad capital, se llevó a cabo el Festival del Grafiti Latidoamericano Paraguay 2016. Este evento nació en Perú, en el 2012, y es una forma de expresión y embellecimiento de las ciudades mediante el arte urbano. Este año, en Asunción, el acontecimiento se realizó por primera vez fuera del país incaico y existen planes de realizar los murales en otras naciones.
Latidoamericano empezó el sábado 13 de agosto, por motivo de las celebraciones por el 479º aniversario de la Fundación de Asunción y concluyó el jueves 25. De las creaciones de los murales participaron 40 artistas latinoamericanos, es decir, 31 extranjeros y 9 nacionales. El evento fue coordinado a nivel local por el grafitero Oz Montanía y contó con el apoyo de la Municipalidad de Asunción.
Aunque mucha gente quedó fascinada con las expresiones artísticas realizadas en la fachada de varios edificios de la capital, hubo personas que estaban en desacuerdo. En las redes sociales, algunos internautas demostraron su disconformidad con el evento, ya que, según ellos, lo realizado por los grafiteros no es arte.
De todos modos, el evento tiene la aprobación de la mayoría de los ciudadanos. Desde murallas hasta edificios sirvieron de “lienzo” para que los artistas realicen sus obras y den un tono diferente al centro. Perú, Colombia, México, Argentina y EE.UU. son algunos de los países que aportaron a sus “pintores urbanos” para la realización del festival en el Paraguay.
El arte urbano es más que un dibujo hecho con aerosol en una pared; representa cultura, creatividad, belleza y, sobre todo, talento. Latidoamericano es un gran evento que busca hermosear las ciudades. Sea o no del agrado de la gente, los artistas fueron plasmando sus obras en las paredes de Asunción y otorgando una cara colorida y diferente a la Madre de Ciudades.
Por Brian Cáceres Verón (17 años)