El amor y el romance sobreviven en nuevas modalidades con el paso de los años

Conquistar a una mujer no solamente es cuestión de gusto, sino que se adecua al transcurrir del tiempo. En la era tecnológica, los whatsapps han enterrado las tiernas cartas de amor escritas a puño y letra; ¿se perdió el romance o solo se transformó?

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La célebre canción “Amarte a la antigua” de Pedro Fernández nos pinta un claro panorama para comprender las características de las relaciones románticas de antes. Poemas de amor y ramos de flores son pequeños detalles que caracterizaban a los viejos romances. Seguramente, tu abuelo te habrá comentado mil anécdotas en las que recuerda sus andanzas de joven y la manera en que se conquistaba a las chicas de su época.

Muchas personas destacan el romanticismo imperante en las relaciones de antes. Con nostalgia y cariño, recuerdan los momentos que pasaban juntos con sus respectivas parejas. De acuerdo a los comentarios de nuestros mayores, los días de visita eran los martes, jueves y sábados. Ante la mirada rígida y celosa del suegro, el asustado novio hacía la promesa de tratar bien a su amada y traerla a casa a la hora pactada si es que salían a algún evento social.

Los insoportables “Tomasitos” jugaban un rol importantísimo en las citas; ellos eran los encargados de “vichear” el comportamiento de los enamorados y solían recibir algún soborno consistente en caramelos para evitar los chismes. Por otra parte, las cartas eran los whatsapps de aquella época; no había problemas con el “visto” sino que el “Romeo”, una vez enviada la carta, se armaba de paciencia para esperar la respuesta.

Las plazas, los teatros y cines eran los sitios ideales para los tórtolos, quienes tomados de las manos, demostraban que el amor y el romance estaban a flor de piel. Ya que la tecnología no estaba tan avanzada como ahora, una cena a la luz de las velas era la ocasión propicia para dar rienda suelta a las cálidas conversaciones y, si tu pareja gustaba de la música, la manera perfecta de flecharla era dedicarle una canción por radio.

Las relaciones en nuestros tiempos son más aceleradas que las anteriores: ya no existen “días de visita” y aunque muchos son partidarios de los detalles románticos, suelen ser tildados de “cursis”. Ahora, los puntos de encuentro son las discos, los cines o las fiestas y el diálogo cara a cara se transformó en notas de voz y videollamadas.

¡Ojo! El cambio brusco en las relaciones no siempre es malo. En las redes sociales, por ejemplo, son virales las originales propuestas de matrimonio que anteriormente eran privadas. El romance no acabará, claro está; solo se transforma con el pasar de los años.

Muchas parejas en la actualidad siguen manteniendo costumbres propias del romanticismo de antaño y, de esta manera, dan crédito al dicho popular que compara al amor con el sabor de un buen vino que “cuanto más viejo, mejor”.

Por Víctor Martínez (18 años)

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