Cruzar los dedos y el canto del pitogüé, algunas supersticiones que preocupan

“¡Amiga, chake el pitogüé!” o “si barrés mal, nde chiko ivaita” son frases que decimos cuando somos muy supersticiosos. Si el gato negro se te cruzó, tal vez, sea solamente tu mente que imagine la mala suerte que tendrás. ¿Qué otros mitos conocés?

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Desde el más adulto de la familia hasta el niño de la casa pone en práctica, inconscientemente, algunas supersticiones para evitar, por si acaso, cualquier mala suerte o con el fin de atraer las buenas vibras a la rutina. Pareciera una forma de pensar que viene arrastrándose desde hace mucho tiempo, pues, cuando nuestros abues nos decían “atendé, que el gato negro no se te cruce”, evitábamos a toda costa a estos felinos.

Así también, muchos jóvenes tienen como hobby leer cada viernes el horóscopo, con el fin de mantenerse al tanto de cómo les tratará la salud o para saber si el chico'i que vuelve tavy a todas se fijará en vos.

Mientras que, cuando solo estudiaste ciertos ítems para el examen y querés que en tu prueba salga lo que te aprendiste o al momento de esperar que tu nombre sea mencionado en un sorteo, sí o sí, más de uno cruzó los dedos para mantener la suerte, ¿verdad?

Cómo no mencionar la superstición de que si barrés a la noche, tu mamá puede dejar la Tierra, pero, para evitarlo, debés mencionar con fuerza el nombre del Todopoderoso: “Hesú, Hesú, Hesú” y limpiar tranquilo al anochecer. Una vez más, la escoba tiene el papel protagónico, ya que cuando un chico barre horrorosamente, la novia, tal vez, tendrá un buen corazón, pero la cara “Ñandejara experimento”; esta situación también ocurre en viceversa.

Mientras que para algunos, pasar por debajo de las escaleras no significa nada, otros rezan al cielo cuando el cantar del pitogüé se escucha por ahí, porque eso quiere decir que la “bendición” de la amiga está llegando. Ah, si en tu camino te topás con una aguja, se dice que le vas a encontrar al príncipe azul y, si la misma lleva enhebrado un hilo, será un amor prohibido.

Sin duda alguna, al momento de coincidir en palabra al mismo tiempo cuando hablamos con un amigo, rápidamente, expresamos: “Toco madera, para mí la suerte”, para prevenir las malas vibras. Asimismo, cuando la sed ataca por la noche, específicamente a las 3:00 de la madrugada, muchos prefieren no levantarse de la cama y aguantarse pues, dicha hora, está maldita.

Existen otras ciertas supersticiones que ya desde hace tiempo venimos practicándolas sin saber si realmente la mala vibra o buena suerte estará de nuestro lado. Además de las creencias mencionadas, ¿qué otros mitos conocés?

Por Ezequiel Alegre (17 años)

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