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Todos, alguna vez, nos hemos sentido inquietos, pero no te preocupes, es algo normal. Existen algunas circunstancias que, seguramente, te ponen muy nervioso, como presentar una exposición importante en el cole o la facu, rendir un examen muy difícil o asistir a una entrevista de trabajo. Es ahí cuando existe la posibilidad de olvidarte por completo de lo que ibas a decir y, cuando intentás hablar, te trabás, te tiemblan las manos y no podés controlarte.
Otra situación: cuando llega el gran momento de declararte a esa persona tan especial, es una ocasión en la cual los nervios se apoderan de vos; entonces, se te acelera el ritmo cardíaco, te empiezan a sudar las manos y hasta te ponés todo rojo. No sabés ni por dónde empezar para decirle todo lo que sentís y pedirle para andar.
Por otro lado, están las personas que, de tan nerviosas que se encuentran, ya no les sale nada y empiezan a llorar. Por el contrario, existe gente que se pone muy histérica, por lo que se vuelve agresiva y las venas le saltan por todos lados. El estar nervioso a cada rato es consecuencia de tu inseguridad, la falta de confianza en tus habilidades y el miedo a equivocarte.
Existen oportunidades que te podés perder por ponerte nervioso. Hay varias formas de superar la preocupación, por ejemplo, tener confianza en vos, estar seguro de que vas a conquistar y ganarte el corazón de esa persona tan especial o pensar en lo mucho que te capacitaste para conseguir el puesto de trabajo. Todo eso te ayudará a estar con una mente positiva a la hora de tener una entrevista profesional.
¡Preparate! Si es necesario, practicá frente al espejo para tu exposición o examen y pensá en lo mucho que te preparaste para ese momento. Si los nervios te ganan, lo más probable es que obtengas una mala nota, por lo que todo el esfuerzo que hiciste habrá sido en vano.
Si sos demasiado sentimental que hasta por los nervios llorás, tomale un té de manzanilla que te ayudará a relajarte; derramar lágrimas no soluciona nada, confiar en que podrás lograr lo que te propusiste sí lo hará. Por otra parte, ponerse agresivo y lastimar a los dermás por una simple inquietud puede traerte muchos problemas, así que tenés que calmarte y evitar ese tipo de escenitas.
Los nervios pueden traerte muchas consecuencias por no poder controlarlos; por ello, animate a concretar tus objetivos sin que tus preocupaciones te traicionen.
Por Yanina Sosa (16 años)