Conseguir un plomero es tan difícil como encontrar una aguja en un pajar

Necesitás un plomero, pero hallarlo es tan difícil como buscar una aguja en un pajar y por reparar un caño roto, te cobrará unos cuántos billetes. Esto es porque existe mucha demanda de técnicos especializados y poca gente que se dedica a estos oficios.

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Esta semana, el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) entregó más de 1.000 diplomas a pobladores de la zona del mercado Abasto Norte. Los mismos fueron capacitados en distintas especialidades de mandos medios.

Según Blanca Aveiro, gerente general del mercado Abasto Norte, gracias a esta preparación, un 40% de los alumnos se insertó en el mundo laboral, en áreas como contabilidad básica, secretariado, cajeros, operadores de computadoras y electricidad del automóvil. Así también, un 20% abrió su propia empresa o trabaja por su cuenta.

La mayoría de las personas optan por capacitarse en estos oficios al culminar el colegio, porque esperan una rápida salida laboral. Algunas lo hacen porque no tienen opción, ya que no pueden pagar una carrera universitaria y son conscientes de que deben salir adelante de cualquier manera. Y otras, simplemente, porque les gusta.

Mucha gente piensa que los oficios de mandos medios son para personas sin educación o de clase social muy baja, por lo que los hace de menos o menosprecia los trabajos que realizan. No obstante, solo con el hecho de pensar que un albañil construyó tu casa y un electricista colocó la luces y el ventilador de tu dormitorio, te das cuenta de que sus ocupaciones son muy importantes.

Alguna vez te habrá pasado que necesitabas de alguien que repare un caño roto; sin embargo, encontrar a un plomero te resultó particularmente difícil. Cuando por fin apareció; su trabajo, que duró tan solo unos minutos, te dolió unos cuántos billetes. ¿Te preguntaste alguna vez por qué? Simplemente, existe mucha demanda de técnicos especializados y muy pocas personas que se dedican a ofrecer estos oficios.

No somos nadie para menospreciar a las personas o los trabajos que realizan. Como dice el refrán, el trabajo no es deshonra.Los albañiles, mecánicos, plomeros o carpinteros no son personas sin educación, al contrario, para construir una casa, arreglar un auto, reparar un caño roto o hacer un mueble, se necesita de muchos conocimientos, concentración y habilidad.

Acordate que el Paraguay, además de abogados, médicos o periodistas, también necesita de cajeros, pintores, albañiles y peluqueros.

Ante el difícil y costoso acceso a las universidades, los institutos técnicos son una excelente opción.

Valeria Candia (19 años)

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