Con valor y tackleos a full, las chicas demuestran la garra femenina en el rugby

Competir en una disciplina deportiva en la que la mayoría de los jugadores son hombres resulta todo un desafío. Andrea Massagrande (27) afirma que el rugby dejó de ser netamente masculino, sino que las chicas son las nuevas protagonistas del deporte.

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El rugby es un deporte bastante rudo en el que los tackleos y los golpes forman parte de la vida de los rugbistas. Por eso, anteriormente, siempre se pensó que era un juego exclusivamente para hombres, aunque ahora el rugby tiene presencia femenina.

Andrea practica rugby en el equipo de Luque. Ella comenta cómo este deporte se convirtió en el centro de su vida. “Me inicié en esto a los 20 años. Mi papá era jugador de rugby y, además, un amigo me invitó a practicarlo, por lo que este deporte no era desconocido para mí; también Sergio Alvarenga, mi primer entrenador, fue una gran influencia en mi formación”.

Los entrenamientos son importantes en la vida de todo jugador de rugby. “El gimnasio es esencial, las prácticas con el equipo son 2 a 3 veces por semana. Parece algo común, pero la alimentación, los ejercicios y la concentración a la hora de disputar los partidos son detalles que marcan la diferencia”, expresa Andrea, quien se desempeña hábilmente en las posiciones de “medio scrum” y “hooker”.

Al ser un deporte de mucho roce, los golpes son frecuentes en cualquier jugada. “Las lesiones no solo están en el rugby, sino en todas las disciplinas. Cuando uno dice la palabra rugby, muchos se asustan. Algunos padres prohíben a sus hijos practicarlo, y es una lástima en verdad, porque es un deporte increíble, lleno de valores y que explota tus habilidades”, indica Andrea. Por otra parte, señala que, a pesar de la oposición de varias familias con respecto al rugby, ella cuenta con el apoyo total de su entorno.

El rugby en la ciudad Azul y Oro ha cobrado protagonismo debido a que el equipo masculino de primera ha cosechado distinciones y copas en los últimos años; las chicas no se quedan atrás. De acuerdo a lo señalado por Andrea, las ganas de superación motivan a su equipo a obtener galardones. “Somos un equipo que batalló mucho, con sus altos y bajos, pero no nos rendimos, y damos pelea hasta el final. No vamos a descansar hasta traer la copa de oro a nuestra querida república de Luque”, señala la deportista.

Andrea pone énfasis en las enseñanzas que el rugby dejó en su vida con el trascurrir del tiempo: “Hay un antes y un después de jugar rugby en mi vida, me cambió el chip por completo. Me enseñó a crecer más y trabajar en equipo. Luchamos mucho contra el machismo, pero creo que más de una persona empezó a creer y apoyar el rugby femenino. Pienso seguir adelante y cumplir mis metas en este deporte que está hecho para que disfrutemos todos”, finaliza.

Por Víctor Martínez (18 años)

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