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"Desde que tengo uso de razón, amo la música y todo lo que tenga que ver con ella. Recuerdo que siempre cantaba en el colegio con los compañeros y, un día, hablé con mis padres para decirles que quería practicar vocalización y guitarra, y ellos, sin dudar, me apoyaron", cuenta Enrique.
El chico expresa que, en su familia, prácticamente él es el único músico, ya que nadie más se dedica a este ámbito artístico. Por lo tanto, manifiesta que al principio buscar los lugares y contactos indicados fue algo complicado, pero después logró abrir las puertas que le ofrecieron nuevas oportunidades y, por eso, le dice a la gente que "nada es imposible".
"Me lancé al mercado musical el año pasado, con mi primera canción llamada 'Oasis de amor' y, gracias a la respuesta positiva del público, ahora estoy con un tema nuevo denominado 'Si hay amor'. Asimismo, el ritmo latino, combinado con un toque de electrónica, es el ingrediente que le da el toque diferente a mis hits", señala el joven artista.
"Tengo un montón de canciones escritas y sigo componiendo; así que, pienso en mirar siempre hacia adelante. Además, me encantaría crecer a nivel nacional y luego que mi música se proyecte a escala internacional para que, de esa manera, mis letras y melodías puedan motivarle a la gente para que salga a luchar por sus sueños", cuenta el artista, con una sonrisa que contagia.
Enrique dice que, "muchas veces, uno no debe esperar sentado a que las cosas vengan en bandeja de plata, sino que tiene que crear sus propias oportunidades. Por ejemplo, ser artista es difícil en cualquier parte del mundo, no solo en Paraguay; sin embargo, todo depende del esfuerzo de uno mismo y de las personas que uno tiene a su alrededor”.
"A la hora de escribir canciones, tengo en cuenta muchas cosas, pues quisiera que lo que estoy cantando para la gente deje un lindo mensaje y, así, todos puedan recordar que la vida es hermosa", agrega el músico. Además, Enrique declara que le parece de muy mal gusto lo que realizan otros artistas, cuando con sus temas tratan a las mujeres como si fueran un objeto y, también, usan palabras obscenas que después escuchan hasta los más pequeños de la casa.
Para culminar, Enrique recuerda a los jóvenes que quieren ser artistas o tienen metas que desean alcanzar, diciendo: "Nunca dejes de lado tus sueños, encomendalos con una mirada al cielo y pedile a Dios que se cumplan porque Él es amor y ese sentimiento abre cualquier puerta”.
Por Andrea Parra (18 años)