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Dibujar artísticamente sobre un papel consiste en tener paciencia, dedicación e inspiración y, por sobre todo, mucha concentración para lograr un trazado de calidad. Pero, primero, vas a tener que descubrir tu talento y, luego, centrarte en aprender las técnicas para lograr una buena obra.
La caacupeña María José Irala, estudiante de arquitectura de la UNA, se hace de tiempo día a día para coordinar su pasión por los dibujos con los estudios y uno de sus hobbies preferidos, que es el turismo interno en bicicleta.
Majo habla sobre su principal motivación para adentrarse en el arte: “Mi madre es la que descubrió este talento en mí, veía que de niña tenía mucho interés en ver ejemplos de trazados y luego imitarlos; ella me orientaba constantemente. Dragon Ball Z y Pokémon eran mis retratos preferidos en aquella época”, recuerda la joven.
Más adelante, fue implementando su talento en el colegio, haciendo los trabajos de sus compas en la materia de artes plásticas y, a cambio, les cobraba una pequeña remuneración. “Yo era la famosa compañera que más sabía dibujar en el curso”, comenta.
Hoy día, Majo cuenta con su propia fanpage de dibujos y realiza diversos tipos de trabajos a mano alzada, los vende y así solventa sus gastos personales. “El estilo que más me gusta hacer y me desenvuelvo mejor es en el retrato realista, justamente, estas obras forman parte de los pedidos preferidos de mis clientes; retratos de familiares o de parejas son los más constantes”, sostiene.
“Todo lo que hoy día soy capaz de hacer lo logré siguiendo a varios dibujantes nacionales e internacionales, por medio de las redes sociales, viendo tutoriales en YouTube y mirando las herramientas y técnicas que utilizan. En cuanto a los utensilios, varios tengo que comprarlos de forma online de otros países porque acá no existen los materiales que necesito”, declara la joven.
Majo no descarta la posibilidad de vivir algún día de este oficio en nuestra tierra: “Como existen personas que no valoran el arte visual, también hay gente que sí lo hace, además, hoy día sobran las plataformas para que uno fomente, enseñe y venda sus obras", explica la dibujante.
La joven también confía que con el paso del tiempo se ve progresando en su pasión principal, que es el arte de ilustrar. “El futuro es incierto, pero una de mis tareas pendientes es la de enseñar a otros chicos a dibujar, ya que muchos interesados en el área me preguntan.
“Mi consejo para los jóvenes es que, si descubren un talento dentro suyo, no se dejen llevar por el “¿qué dirán?” de la gente y trabajen duro para cumplir sus sueños”, concluye.
Por Ricardo Núñez (19 años)