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Karina viajó a Santiago de Chile hace cuatro años, con intenciones de estudiar, objetivo que pudo lograr y ahora está en el tercer año de la carrera de trabajo social. La joven aprovecha sus fines de semana para ofrecer clases de zumba en los parques, expresando así su pasión hacia el baile.
La paraguaya realiza esta actividad los sábados por la mañana en el “Parque de los Reyes”. “El hacer zumba en espacios recreativos nace por mi afición hacia el baile y por la necesidad que buscan las personas de tener un día y un sitio para realizar esta actividad tan entretenida y divertida”, cuenta.
“Hice un curso de danza y luego tomé el desafío de ser instructura en los parques para compartir con la gente, ya que la zumba es una mezcla de estilos que, acá en Chile, tiene mucho boom por la efectividad y el resultado positivo”, manifiesta la compatriota. Actualmente, Kari instruye a las personas para que, por medio del baile, se diviertan, disminuyan el índice de estrés, bajen de peso y así mejoren su calidad de vida.
El objetivo de las clases de zumba se concentra en los beneficios que brinda la acción de bailar, ya que, aparte de ser divertida y dinámica, ayuda a mejorar la calidad de vida y la salud de las personas. “Danzar en el parque es como estar en una fiesta con amigos y hacer actividad física a la vez”, comenta la joven.
“Para hacer zumba en el parque no se necesita ser un experto bailando, solo tenés que sacarte la vergüenza, ponerle ganas, mucha vibra y cargarte de buenas intenciones para divertirte”, expresa la paraguaya. También menciona que desearía hacer zumba, algún día, en las plazas de nuestro país.
Igualmente, relata que suele hacer zumba en varios tipos de eventos, hasta en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde está estudiando actualmente. “En el futuro, quiero seguir bailando en diversos lugares”, manifiesta Kari.
Entre los estilos de música que emplea para hacer zumba se encuentran: el reguetón, el merengue y la cumbia, gustos que prefieren los jóvenes. En el caso de las personas mayores, nos cuenta Karina que optan por el flamenco, el tango y otros ritmos.
“Extraño mucho a mi país, a mis familiares, amigos, al tereré y hasta a la sombra que brinda el mango en los patios de los paraguayos”, menciona Karina. Finalmente, la joven dice que sería un sueño cumplido poder volver a Paraguay y compartir con todos su amor hacia la danza.
Por Andrea Parra (18 años)