¡Cómo cuesta levantarse temprano después de trasnochar!

Ni la alarma de tu celular ni un balde de agua fría logran despertarte, después de que hayas dormido solo cuatro horas. Usar la compu hasta la madrugada es divertido pero, al día siguiente, amanecés muy cansado por haber tomado una mala decisión.

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Levantarse temprano puede ser la tarea más difícil de un joven, cuando el día anterior se quedó hasta tarde viendo una película que encontró haciendo zapping o chateando con los amigos en el grupo de WhatsApp.

Para que al día siguiente no sea imposible levantarse temprano, hay que programar sí o sí más de dos alarmas en el celular si es que no querés quedarte dormido y llegar tarde a la facu o al trabajo. Difícilmente al levantarte tengas ese aspecto de frescura y energía que se suele ver en los avisos publicitarios de las marcas de sommiers, si es que no te sumergiste en un profundo sueño por al menos las ocho horas recomendadas por día.

Necesitás lavarte la cara, bañarte con agua fría y tomar tu café bien caliente para que tus neuronas empiecen a funcionar correctamente. Como nunca antes, durante los días que tenés que estar despierto bien temprano, esos cinco minutos más para dormir siempre vienen bien y mejor si los repetís dos o tres veces. Por otra parte, te acostumbraste tanto a las ojeras que ya ni te imaginas cómo luciría tu cara sin ellas.

Lo ideal sería que todos los jóvenes se acuesten temprano para poder levantarse con las pilas al máximo y comenzar sin dificultades con las actividades del día, pero eso no sucede muy de seguido. Pareciera ser que el inicio del Facebook o los grupos de WhatsApp se ponen más interesantes cuando pasan las 11 de la noche.

Las personas que pueden dormir hasta tarde en las mañanas, no tienen que preocuparse mucho por acostarse temprano. Los estudiantes y los trabajadores, si es que van sentados en el bus, aprovechan su viaje en colectivo para descansar unos 30 minutos extra o más hasta llegar a sus destinos. Una vez que te acostumbrás, la ventana del bondi puede ser tan cómoda como la almohada de tu cama.

Entonces, de vez en cuando, hay que soltar el celular por las noches y apagar la TV para dormir temprano, si es que querés tener las energías al máximo el día siguiente. Los fines de semana podés quedarte despierto en la madrugada viendo la película que tanto te gusta o para chatear con tus amigos, que de seguro también estarán en línea.

Por Gonzalo Recalde (19 años)

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