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En el libro Guinness existen récords de toda clase, desde los más absurdos hasta los más sorprendentes, siendo considerado como una institución que certifica cualquier acto “extraordinario”. Por ejemplo, si nos inscribiéramos y presentáramos un posible récord mundial, seguro se nos concedería el puesto del país más kaigue de todos.
¡Prestá atención a estos récords más extraños! En los cumpleaños, armar los globlos con inflador o solo con la boca es totalmente normal, ¿pero soplarlos con la nariz? ¡Qué loco! Andrew Dahl es un joven estadounidense quien marcó su nombre en el prestigioso libro Guinness, tras inflar 27 globos con sus fosas nasales en tres minutos. ¡Qué talento!
¡Atención, aregüeños! Un hombre llamado Peter Dowdeswell, norteamericano, fue el encargado de romper el récord mundial de comer casi un kilo de frutillas en tan solo 12 segundos; él sí sería un fiel comprador en Areguá. Si querés superar la marca del siguiente Guinness, asegurate de tener muchas remeras como el belga Jeff Van Dick, quien al ponerse 227 camisetas, una encima de otra, batió un récord. ¡Aplausos!
Están los más fuertes del mundo, los más veloces y luego se encuentra un hombre alemán llamado Philipp Traber, quien bebió 50 litros de cerveza en cinco minutos; por lograr este récord, el hecho fue celebrado en una conocida bodega en Alemania. Atajate con los albañiles que recién cobran porque, tal vez, 25 vasos de medio litro cada uno, son pan comido.
Scott Damerow es uno de los jóvenes que forman parte del libro Guinness, ya que su destreza en romper más de 100 huevos con la cabeza, en un minuto, impactó a muchos. Por otro lado, un hecho similar protagonizó un pakistaní llamado Rashid Naseem, quien aplastó 51 sandías con su cabeza en 60 segundos. ¡Bravo, Harvard quiere su ubi!
¿Te imaginás lograr un récord por dormir mucho? Sería sencillo batirlo, ya que con cientos jóvenes haraganes de nuevo ocuparíamos el primer puesto. Alberto Santamaria es un granadino que explicó en una entrevista que, después de su trabajo, se acostó a dormir una "siestita" sin saber que lograría un Guinness, ya que durmió más de 48 horas seguidas. ¿Quién se anota para ser la siguiente bella durmiente?
¿Te animarías a batir un récord haciendo estupideces o preferís lograr un Guinness con algo que realmente sorprenda?
Por Ezequiel Alegre (17 años)