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El ciberacoso es una amenaza muy peligrosa para los jóvenes que utilizan con frecuencia la Internet. Las consecuencias para la mayoría de los adolescentes, víctimas de hostigamiento en redes sociales, incluyen problemas de salud y de adaptación social.
El ciberacoso es la intimidación intencional, la persecución o el abuso que los jóvenes pueden sufrir en Internet. El ataque se realiza utilizando las redes sociales más populares y con mensajería instantánea como WhatsaApp, Facebook e Instagram.
Partiendo del concepto y de las formas en las que se presenta la violencia virtual, los miembros de la fundación “Paraguay Online” aseguran que no cualquier situación puede catalogarse como acoso; así también, hay acciones que no son emocional o socialmente aceptables como un delito informático.
Un claro ejemplo es cuando usuarios de alguna red social o compañeros del colegio molestan en forma sistemática a otra persona con comentarios desagradables en alguna publicación de la víctima, afectando su estado emocional y actitud; esto, definitivamente, no puede catalogarse como una simple broma de los pares. Deja de ser un juego cuando alguien resulta afectado.
El acoso en Internet afecta seriamente el estado emocional de los jóvenes, provocando consecuencias negativas: en algunos casos, las víctimas padecen de una disminución de la autoestima, sufren depresiones, no pueden dormir, tienen pesadillas, comienzan a evitar el contacto con otras personas, no quieren asistir al colegio e, incluso, disminuye el uso de redes sociales.
Un estudio de la UNICEF determinó que la tecnología puede ofrecer muchas oportunidades a niños y adolescentes, pero también es posible que genere varios riesgos. El ciberacoso es una de las situaciones más peligrosas que puede encontrar un joven en Internet, ya que causa un impacto negativo que podría durar por el resto de su vida.
¿Qué ocurre cuando publicamos una foto personal en nuestras redes sociales? Llueven los likes y eso impresiona, ¿verdad? Tantos comentarios y opiniones por una simple foto, pues, imaginate que sean puros insultos. Es un infierno que te humillen, que te digan que no servís para nada, te critiquen por ser cómo sos o te acosen por quién te gusta.
Tal vez, hay al menos dos personas en tu clase que soportan el ciberacoso y eso les destroza la vida. Los mismos tienen miedo de ir al colegio, temen a sus compañeros y a mostrar su verdadera personalidad.
Ahora, no importa cómo sos ni hace falta que te ajustes a ningún patrón, pues está bien que seas vos mismo siempre. Podés acabar con el acoso en las redes sociales, no calles y mucho menos seas un cómplice pasivo.
Por Fabián Gómez (18 años)