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El trabajo de los choferes de colectivos es digno de admirar porque los mismos deben sortear baches, estar atentos a la gente que hace la para, cobrar los pasajes y servir de guías para las personas que realizan consultas acerca de los nombres de las calles.
Aquellos conductores que manejan un bus diferencial tienen las ventajas de viajar con aire acondicionado y evitarse inconvenientes con los vendedores ambulantes. Sin embargo, estas no son razones suficientes para calificar su labor como “relajante”.
Los choferes del transporte público tienen el derecho de recibir el salario mínimo mensual, con un 30% de aumento si se desempeñan como conductores y cobradores al mismo tiempo. Sin embargo, existen empresas que obligan a sus empleados a alcanzar una recaudación mínima en el día y el pago que otorgan es por “redondo”; es decir, los trabajadores obtienen una suma específica por cada vuelta que completan.
Según un análisis realizado por la Comisión Interinstitucional de Transporte en el 2016, solo el 41% de un total de 4.800 choferes encuestados trabaja 8 horas diarias. Esto quiere decir que existen muchos conductores de colectivos que, en su afán por alcanzar la suma de dinero que se les pide, laburan desde el amanecer hasta la noche, hacen carreras para alzar más pasajeros y, de esta manera, ponen en peligro su vida y la de los demás.
La otra cara de la historia nos presenta a los choferes maleducados que ofrecen un trato desagradable a los pasajeros, sintonizan la radio a todo volumen y no tienen la mínima intención de respetar las normas de tránsito. Algunos de estos conductores hacen su “negocio” al cobrar el pasaje sin entregar la boleta o diciendo que “luego te doy el vuelto”.
Definitivamente, ser chofer de colectivos no es una tarea fácil. Se trata de una labor que requiere de conocimientos y prudencia al maniobrar el volante, concentración en el momento de cobrar dinero, capacidad de tratar con otras personas y responsabilidad, pues el conductor tiene la vida de muchas personas bajo su cuidado.
Por estas razones, es necesario que se respeten los derechos de los choferes cobradores. Las empresas de transporte deben pagar a sus empleados lo que les corresponde y no obligarlos a laburar más de las 8 horas estipuladas en la ley.
La próxima vez que subas al bus, acordate de que el chofer cobrador puede estar pasando por un difícil día de trabajo.
Por Viviana Cáceres (19 años)