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Si los celiacos ingieren algún alimento que contiene la proteína gluten, lastiman su intestino delgado y las consecuencias pueden variar dependiendo de cada organismo. En algunos, los problemas se manifiestan de forma inmediata, generando dolor abdominal, vómitos y diarrea. Sin embargo, en otros, esta patología se muestra silenciosa; incluso, a algunas personas recién en la adultez se les puede diagnosticar la celiaquía.
Noemí Prieto (18) padece esta enfermedad y comenta que a los 13 años empezó a manifestar síntomas. “Al principio, se me hinchó un poco la panza y, cuando terminaba el desayuno (leche con pan y mermelada), sentía molestias terribles. Recuerdo que también se me caía mucho el pelo y cuando fui a consultar, se confirmó la sospecha de mi mamá porque mi abuela también era celiaca”, comenta la joven.
Esta patología de intolerancia al gluten es hereditaria, se puede desarrollar a cualquier edad y no existe un medicamento que la cure. Dejar de ingerir los derivados del trigo y consumir alimentos con el lema “libre de gluten” son las medidas a seguir.
Noemí cuenta que entendió lo que sucedía con su organismo y le resultó difícil adaptarse a su nuevo plan alimentario, pues el pan con mermelada dejó de ser su deleite de cada mañana. Actualmente, prefiere evitar las salidas que incluyen comer fuera de casa para prever complicaciones.
Cuando nosotros vamos al súper, nos fijamos en el precio de las provistas, mientras que los celiacos deben leer qué porcentaje de gluten contiene lo que desean comprar. En el día a día, ellos no pueden entrar a una pizzería y simplemente pedir una pizza de muzzarella y pepperoni como lo hacen tantos jóvenes.
En lo posible, evitan ciertos alimentos cuyos ingredientes son bajos en gluten pero tienen un costo elevado. Algunos optan por lo más sencillo y delicioso: carne vacuna o pollo. Los celiacos acostumbran a preparar sus alimentos y si desean una pizza la cocinan con harina especial.
Observando el lado positivo de la vida; los celiacos experimentan tanto con la comida que se vuelven excelentes cocineros.
Por Sahori Vallejos (17 años)