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La joven se inició en la danza a los 4 años y la define como el arte por medio del cual el cuerpo expresa varios sentimientos y emociones, hasta lo más profundo que se encuentra oculto dentro de cada uno. “Es algo maravilloso donde se utilizan la técnica y la esencia de uno mismo para crear cosas fantásticas”, comenta.
Así también, manifiesta que no tiene palabras para expresar lo que le hace sentir la danza y cree que es un don que Dios le otorgó. “Bailar es lo que me encanta y si no ensayo un día siento como si me faltase algo”, expone.
Cuenta que vive una situación particular, ya que es alumna de danza clásica, pero también enseña esa modalidad a un grupo de bailarines. Asimismo, es instructora de gimnasia artística en la Secretaria Nacional de Deportes. “Además, estoy siguiendo la carrera de profesorado en danza clásica y paraguaya en la Escuela de Artes de Villa Elisa y licenciatura en el Instituto Superior de Bellas Artes”, agrega.
Gloria informa que su academia realizará un festival el 30 de octubre a las 19:00 en el Teatro de Fernando de la Mora. “Me emociona ser la protagonista principal de la obra llamada 'Carmen' en la modalidad de danza clásica”, cuenta.
Menciona que interpretar un personaje no es muy fácil cuando te toca representar a alguien que no va con tu forma de ser; es un trabajo muy complicado poder transmitirle los sentimientos al público. “A veces, siento nervios antes de subir al escenario, pero cuando estás ahí te olvidás de todo y solo bailás, es como si fuera que te convertís, es algo realmente increíble”, asegura.
“Ya participé en varias competencias nacionales e internacionales, pero la mayoría de las veces es en grupo”, recuerda. La joven manifiesta que hay mucha diferencia en los eventos mundiales, porque en otros países tienen un trabajo más duro, con más horas de ensayo y eso se nota en el escenario.
Por otro lado, Gloria dice que la danza va mejorando cada día más en el país, pero podría ser mucho más elevado el nivel técnico si se apoyara más el arte, porque en Paraguay hay demasiado talento que necesita espacio. Así también, expresa que le encantaría poder bailar siempre. “Mis metas más anheladas son recibirme en mis dos profesorados y en licenciatura, seguir enseñando y tener la oportunidad de poder abrir mi propia academia”, finaliza.
Por Yanina Sosa (16 años)