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Muchas veces, nos sentimos solos en los momentos malos. Sin embargo, existen diversos grupos juveniles en donde podés hacer nuevos amigos y qué mejor que sea cerca de Dios. Cantar alabanzas divertidas, bailar y, por sobre todo, compartir la palabra del Señor son las tareas de jóvenes que formaron su comunidad.
“Ministerio Joven de la Renovación Carismática” es un grupo de la parroquia San José de la ciudad de Limpio. La comunidad tiene como objetivo principal ayudar a evangelizar a la juventud de la ciudad limpeña y a los que más necesitan del amor de Dios.
“No todo es orar y leer la palabra de Dios”, comenta Deisy Sotto, coordinadora del grupo. Los chicos también tienen un momento en donde hay dinámicas de integración, alabanzas y risas. Ayudar a los jóvenes que están desorientados y metidos en ambientes paganos es la tarea de esta comunidad.
Asimismo, los jóvenes de la capilla "Niño Jesús" hace cuatro años decidieron formar una congregación denominada "Jóvenes Encaminados a Dios". Actualmente, los chicos tienen diferentes dones que al integrarse al grupo descubrieron. "Muchos encontraron aquí lo que realmente les gusta", manifiesta José Aveiro, coordinador de esta comunidad.
Los jóvenes se dieron cuenta de que les gustaba hacer reír a la gente, por lo que decidieron ser payasos; otros descubieron su vocación de cantar o ejecutar algún instrumento y formaron un coro. Están también los que se sentían atraídos por las charlas y empezaron a evangelizar en el barrio.
"Jovenad no solo es un grupo en donde se reúnen cada domingo a charlar, sino una comunidad que está en constante oración, alabazas y diversión", dice José. El grupo se encarga de visitar a los enfermos, niños en situación de calle y ancianos, transmitiéndoles alegría.
A su vez, existe otra comunidad llamada “Jóvenes Alabando a Nuestro Señor” que se encarga, cada domingo, de reunir a adolescentes y ofrecerles un día lleno de alabanzas para así demostrar al barrio que asistir a una comunidad vale la pena. "Muchos chicos se alejan de Dios porque están apagados y no encuentran beneficios al asistir a una capilla", expresa Richar Montania, integrante de JANS.
Formar un grupo no es fácil y conocer a Dios cuesta cuando no tenemos la motivación desde pequeños. "El joven no quiere ir a la iglesia porque se aburre y todo es oración", expresan las comunidades que ofrecen un panorama distinto al que es habitual durante las actividades religiosas.
“No te rindas ni dejes que te critiquen por ser joven”, son palabras de estas comunidades que aninan a las personas a que sean parte de esta experiencia dentro de la iglesia y así puedan vencer a las tentaciones que existen en nuestra sociedad.
Por Mónica Rodríguez (19 años)