Así como un cactus, las personas nos pueden dar pinchazos o regalarnos flores

A veces, las personas lastiman como las puntiagudas espinas de la tuna “asiento de la suegra”. Igualmente, hay gente que de forma inesperada nos obsequia hermosas flores de bondad como el “cactus navideño”. Vos, ¿con qué planta te identificás?

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En la vida, todos vamos dando valor a las cosas y, de esa manera, respetamos hasta objetos que, según la cultura, son muy valiosos. Por lo tanto, si nos ponemos a observar muy bien a esa plantita llamada cactus, que se puede contemplar en bonitas formas, tal vez choquemos con algunos pensamientos curiosos.

Grande, pequeña y hasta muy diminuta, la tuna desfila en nuestras manos jurando fortaleza y provoca un poco de miedo, pues nadie querría pincharse con las puntiagudas espinas que la visten.

Esta plantita verde es muy parecida a muchas personas que pisan fuerte, respetan sus palabras, se muestran firmes y expresan un carácter sólido y seguro.

¿Quién diría que de algo que, precisamente, no causa ternura a muchos, nacen flores de diferentes aspectos y distintos colores? La tuna no es más que un ejemplo de un montón de chicos y chicas que, quizás, son prejuzgados y, después, sorprenden con talentos, dones y capacidades únicas. Entonces, recordamos una frase “no hables del cactus, sin antes conocer sus flores y espinas”.

Nadie daba ni un guaraní por ese joven, nunca recibía apoyo de los que estaban a su alrededor. Sin embargo, siguió y levantó su propio muro de oportunidades, mientras que se resguardaba y, sin que la gente se percatara, él ya estaba muy alto. Asimismo, las tunas suelen comenzar en una taza vieja y rota, pasan a una maceta y, gracias a su maravillosa naturaleza, se reproducen y, muchas veces, crecen más de lo que uno puede imaginar, con bonitas florecitas de yapa.

Lithops es una tuna que se caracteriza por ser la más fuerte ante las plagas y enfermedades y, por ende, se le llama también cactus piedra. Por lo tanto, todos deberíamos usar esta plantita de ejemplo, cuando nos toque adaptarnos a los cambios y demostrar que, aunque las estaciones estén dando saltos todo el tiempo, somos capaces de florecer y permanecer firmes ante lo que se venga.

Aunque no lo creas, “asiento de la suegra”, también se llama una tuna. Tal vez, a esta plantita se le adjudicó este nombre por las espinas que la cubren, lo que significa que no es muy positivo. Entonces, no seamos las puntas del cactus que van a interferir en los sueños o en la vida de los demás, pues con unas palabras o un paso en falso, podríamos estar pinchando globos que están emprendiendo sus vuelos.

Igualmente, en la familia de plantas suculentas, el cactus navideño deleita a todos con sus hermosas flores; además, esta tuna no tiene ninguna espina que pueda asustar a alguien. Quizás, sería muy lindo que los jóvenes podamos formarnos como personas con valores y, así como dicho cactus, sirvamos de adornos que embellecen diversos lugares y, por sobre todo, no dañan a nadie.

Por Andrea Parra (18 años)

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