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Algo muy criticado en el fútbol a nivel mundial es el arbitraje. Desde la liga ypacaraiense hasta el Campeonato Profesional de Arabia Saudí, los réferes son criticados y abucheados, y la labor que desarrollan nunca es del agrado de todos. En nuestro país, ya es una costumbre que los jueces sean cuestionados al término de cada partido.
La Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol (IFFHS, por sus siglas en inglés) dio a conocer el ránking de los mejores árbitros y árbitras del mundo. Lo que sale de lo normal es el nombre y la nacionalidad de la jueza que se ubica en el puesto número 10 de la lista femenina: Olga Miranda, paraguaya.
La réferi de origen guaraní es una referente a nivel sudamericano en cuanto a arbitraje: en 2015, fue la primera paraguaya en pitar en una Copa del Mundo Femenina en Canadá. Además, el año pasado fue seleccionada por la Conmebol para dirigir los partidos de fútbol de mujeres en los Juegos Olímpicos de Río. Recientemente, Miranda pitó la final de la categoría primera de chicas entre Sportivo Limpeño y Cerro Porteño.
En nuestro país, es normal escuchar las declaraciones de dirigentes, entrenadores y futbolistas en contra de los árbitros, después de cada fin de semana de fútbol. Por lo tanto, conocer la noticia de que una compatriota se encuentra entre las mejores réferis del mundo es realmente gratificante y debería servir como ejemplo para los hombres que ejercen de jueces dentro de las canchas.
Pero haciendo un resumen del año para los árbitros paraguayos, este no ha sido tan malo, pues, además de ver el nombre de Olga Miranda entre los mejores del mundo, se debe destacar que Enrique Cáceres pitó la final vuelta de la Libertadores y fue nominado para ser parte del Mundial Rusia 2018.
El arbitraje será siempre criticado, pues los réferis son humanos y pueden cometer errores como cualquiera de nosotros. Pero, así como vemos y cuestionamos lo negativo, también debemos mirar lo positivo y felicitar a los compatriotas que van escalando posiciones en la escena mundial. Olga Miranda es el vivo ejemplo de lo lejos que una persona puede llegar con perseverancia, capacidad y un trabajo honesto.
Por Brian Cáceres Verón (18 años)