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El mundo paró y las actividades académicas no constituyen una excepción. Tanto las escuelas y los colegios públicos, como las universidades privadas y los institutos de idiomas, optan por las clases virtuales para que sus estudiantes no pierdan el año debido al confinamiento.
La educación en línea propuesta para la cuarentena constituye un objetivo difícil de alcanzar para los sectores más carenciados, debido al doble desafío económico que representa esta solución en tiempos en los que pocos se salvan de la crisis económica.
No todas las personas cuentan con Internet o dispositivos electrónicos, por ello, un intento de no alterar los calendarios académicos puede profundizar las desigualdades en materia de acceso a la educación.
Previendo la problemática de la falta de conexión a Internet, el ministro de Educación, Eduardo Petta solicitó a las compañías telefónicas que liberen el acceso a la web destinada a las tareas del sector escolar y de educación media. Sin embargo, esta parece ser una solución parcial que no tiene en cuenta que muchos alumnos no poseen dispositivos electrónicos aptos para realizar los deberes.
La desigualdad en el acceso no es el único problema que enfrenta la educación en este 2020. El cobro habitual de aranceles a los estudiantes constituye otro problema, pues muchas familias paraguayas enfrentan una etapa crítica a raíz de los despidos, o la disminución de los ingresos mensuales.
Pese a que el Ministerio de Educación y Ciencias instó a los colegios a reducir o suprimir sus aranceles, la petición fue denegada por alegar que, aunque no haya clases presenciales, los docentes siguen trabajando. Muchos institutos privados de distintos niveles académicos resolvieron seguir cobrando la totalidad de las cuotas, recurriendo a teleconferencias y plataformas digitales para mantener el ritmo de clases.
A raíz de esto, estudiantes de algunas carreras de 14 universidades privadas están llevando a cabo un paro virtual académico, exigiendo la recalendarización y el refinanciamiento de las clases pérdidas.
La pandemia sacó a flote problemas y desigualdades que presenta el sistema desde hace tiempo, las cuales demuestran que el sector educativo no se encuentra preparado para las clases virtuales. Ahora, lo importante es seguir buscando alternativas que promuevan la equidad y permitan a todos los jóvenes continuar su formación luego de la cuarentena.
Por Belén Cuevas (18 años)