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“Para mí la lucha libre es todo, es a lo que me quiero dedicar”, menciona Tyler. Por su parte Arturo comenta que el wreslting, como se llama a la disciplina en inglés, es su razón de vivir.
Ambos practican en La Fábrica, la única escuela de lucha libre que existe en nuestro país. Tyler comenta que, al ver un evento de WWE, se preguntó si había algún sitio local para entrenar: “Busqué en Internet y encontré este lugar, empecé a ahorrar y luego renuncié a mi trabajo para dedicarme a esto”, señala Tyler.
Por su parte, Arturo comenta que buscó sitios de entrenamiento por redes sociales y así encontró La Fábrica. "Tenía una pasantía en donde trabajaba, pero como lo mío no es la oficina, me animé a practicar lo que me gusta", menciona el luchador.
Los dos hicieron historia en el wrestling local, puesto que fueron los primeros paraguayos en ir a Chile a participar en un evento de lucha libre. Tyler comentó que consiguió un nuevo trabajo para juntar plata y así poder viajar a ese país: “Desde el año pasado, empecé a ahorrar para poder ir al evento, vendí comida y junte más dinero, hasta que un día le dije a Arturo ‘jaha a Chile’”.
Arturo solventó sus gastos gracias al dinero que tenía ahorrado; “toda mi vida junte plata, aunque no tenía un fin, y con esa plata me pude ir al evento”, recuerda el joven. El luchador también menciona que en Chile se siente de otra forma el wrestling, puesto que “estar allá es un sueño, se vive y respira la lucha libre; además, hay shows todas las semanas; lastimosamente acá no ocurre lo mismo”, explica el atleta.
Al llegar a Chile, los jóvenes estuvieron en dos eventos de lucha libre. "Antes de viajar, nos pusimos en contacto con la empresa "Revolución", gracias a ella tuvimos nuestra primera lucha, y la otra contienda se dio con ayuda de contactos que hicimos ahí", comenta Tyler.
A pesar de lograr una victoria para ellos lo más valioso de la aventura fue la experiencia adquirida: "Lo primordial fue el aprendizaje, la victoria fue un detalle", señala Arturo. Además, el luchador menciona que el hecho de estar en el ring constituye un sentimiento único, ya que "nunca querés salir de ahí, en ninguno de los deportes que practiqué sentí eso", explica Arturo.
Para ambos, lo primordial ahora es levantar la lucha libre a nivel local con La Fábrica. "Estamos planeando en conjunto con la escuela realizar más shows, la idea es hacer dos por semana", acota Arturo.
Para finalizar ambos realizan una invitación a aquellas personas que desean practicar lucha libre. “Si no se animan de una, pueden ver lo que hacemos a través de las redes sociales; los entrenamientos empiezan con lo básico, justamente para que los alumnos vayan perdiendo el miedo”, expresa Arturo.
La Fábrica se encuentra en la ciudad de San Lorenzo, sobre la calle 11 de setiembre; la primera clase ofrecida por la escuela de lucha es gratuita.
Por Lucas Ovelar (18 años)