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Solventar numerosos gastos de una carrera universitaria y la ingeniosa habilidad para diseñar prendas fueron los motores que impulsaron a Fiorella Riveros a idear “Zouconfecciones”, un emprendimiento que le permite comercializar creativas remeras.
“Soy estudiante de la carrera de ingeniería ambiental en la UNA y, debido a mi horario de clases, no puedo trabajar; además, por actividades de la facultad, viajamos mucho.
La necesidad de cubrir estos gastos universitarios me motivó a crear esta iniciativa”, relata la joven.
El pilar fundamental del emprendimiento de Fiorella es su familia, pues su hermana menor inspiró el nombre la iniciativa y, con ayuda de las manos expertas de su madre, elabora las blusas para comercializarlas. “Desde chica, mi mamá confeccionaba practicamente todas mis prendas; así, fui desarrollando habilidades creativas para el mundo de la vestimenta. Ahora, para Zouconfecciones, elaboro los diseños y mi mamá cose; así, vamos coordinando los modelos que vamos a ofrecer”, explica la joven.
A través de una publicación de Twitter, Fiorella promocionó su emprendimiento y conquistó a miles de personas que no solo compartieron su posteo, sino que llenaron de pedidos la cuenta de Instagram de la iniciativa.
“Lancé el emprendimiento en las redes con la esperanza de obtener mayor alcance, pero nunca pensé que tendría tanta repercusión. Estoy muy emocionada, pues cientos de chicas se comunicaron conmigo para realizar pedidos; algunas incluso solicitaron que habilite envíos al interior del país”, menciona la estudiante.
Entre los cortes de tela y la creatividad de los diseños, a la hora de idear las remeras, la comodidad es fundamental para Fiorella. “Como estudiante universitaria, sé que necesitamos algo práctico para las clases; debido a esto, deseo crear prendas que hagan sentir a las chicas a gusto para aprender”, comenta la joven.
De la mano de su emprendimiento, Fiorella desea convertirse en una excelente profesional del área ambiental. “Ante la crisis medioambiental que estamos atravesando, me encantaría llegar hasta entes importantes y demostrar mis capacidades. Aprender a trabajar sustentablemente constituye otro de mis objetivos”, explica la universitaria.
Asimismo, la emprendedora manifiesta que “deseo perfeccionar mi iniciativa y expandirla para que siga creciendo. Además, me encantaría comprarle una máquina industrial a mi mamá para que ella ingrese de lleno al mundo de la confección”. De esta forma, para cumplir con sus responsabilidades académicas, la joven relata que encontró la forma de organizar su rutina, registrando los pedidos semanalmente a través de las redes sociales.
La emprendedora deja un mensaje a los jóvenes: “¡Anímense a emprender! Aprovechen las herramientas digitales que tenemos en la actualidad; nunca se cansen de buscar el camino para cumplir sus sueños”.
Por Rebeca Vázquez (19 años)