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Debido a múltiples experimentos, diversas corrientes de pensamiento y su gran importancia para la salud, la psicología constituye una ciencia de gran atractivo. Como sucede con muchos estudios, los mitos van de la mano con las verdades comprobadas; así, el interés hacia todo lo concerniente a esta rama del conocimiento se acrecienta, por lo que las películas y libros que tocan temas relacionados causan mucho interés.
En 2010, El experimento llegó a la pantalla grande, introduciendo a la audiencia en la piel de algunos participantes de un estudio psicológico acerca de la conducta de los seres humanos, en función a los roles que desempeñan. La investigación consiste en simular una cárcel, donde ocho de los miembros deben cumplir el papel de los guardias, mientras los 12 restantes se desenvuelven como reos.
Aunque la simulación se da bajo reglas explícitas de no violentar físicamente a otros participantes, la situación en la penitenciaría ficticia se vuelve un caos. Los protagonistas solo son capaces de ver que la actuación se ha salido de control cuando deben enfrentar la muerte de un preso; sin embargo, el abuso de poder se encuentra lejos del fin.
Con una mezcla de historia y drama, Un método peligroso constituye un potente atractivo para los interesados en el paradigma psicológico freudiano. En esta película, que vio la luz en 2011, los caminos de tres psicoanalistas famosos, Sigmund Freud, Carl Jung y Sabina Spielrein se entrelazan.
La trama presenta a Freud, padre del psicoanálisis, y a Jung, su heredero intelectual, en los inicios de una amistad, durante la que conocen a Spielrein, una mujer que fue diagnosticada con histeria. En el camino del tratamiento psiquiátrico, se descubre la supuesta causa sexual de los episodios violentos de la mujer y, a la par, un turbio lazo romántico surge entre uno de los médicos y la paciente.
En la misma línea de la primera película mencionada, se encuentra El experimento de Milgram, una producción de 2015 basada en un estudio acerca de la obediencia a las figuras de poder, realizado por Stanley Milgram. El filme comienza mostrando la investigación en la que los sujetos de prueba eran obligados a dar descargas eléctricas a personas que se encontraban en otras habitaciones.
Los resultados, tanto en la realidad como en la ficción de 2015, fueron desalentadores, pues gran parte de los participantes continuaban presionando el botón de descarga a pesar de los gritos provenientes de la habitación contigua. En la película, este experimento cambia la vida del psicólogo, llevándolo a realizar investigaciones más éticas.
A pesar de las dosis de ficción presentes en los largometrajes, el cine puede ser una manera excelente de acercarse a sucesos históricos importantes. Así, podés ponerte en el lugar de sujetos de experimentación y psicólogos interesantes, en una tarde de películas.
Por Belén Cuevas (18 años)