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La fecha más cursi de la época se acerca, pues este 14 de febrero muchos enamorados celebran su efímero amor con flores, peluches, chocolates o algún otro regalo arcaico. Es 2020, ya nadie, o al menos gran parte, festeja su relación a la ligera, ya que cuando los antecedentes del amor no lo favorecen, es importante replantearse si en verdad vale la pena fingir felicidad en San Valentín.
Un dato curioso que, tal vez, muchos se preguntan es de dónde salió San Valentín. Según cuentan las leyendas romanas, en el siglo III, un sacerdote llamado Valentín desafió las órdenes de su emperador, quien había prohibido el matrimonio para los jóvenes, pues a su entender los solteros sin ataduras románticas eran mejores soldados. Entonces, el sacerdote consideró injusta aquella prohibición y, de forma secreta, celebraba el matrimonio de jóvenes enamorados; por tal motivo, fue martirizado y ejecutado un 14 de febrero, lo que dio origen a esta costumbre popular.
Esta fecha, más que nada, podría ser un momento oportuno para analizar algunos aspectos negativos y positivos de la relación, a fin se concluir con una respuesta que ayude a ponerle un punto aparte a ese "amor" que daña a la salud mental. Según explica Patricia Maguet, psicóloga clínica y especialista en relaciones de pareja, en su conocido blog, puede considerarse tóxico no ser uno mismo con otra persona a fin de evitar discusiones; un novio o novia no debe ser obstáculo para resaltar tu propia esencia.
Además, por más que te compre el peluche más grande, según Maguet, si una de las dos personas es suceptible a enfadarse por cualquier vyrorei, haciendo que entres en una constante angustia de “qué pasa si...”, es necesario guardar distancia para mantener la estabilidad emocional. “Con quién hablás”, “por qué le da me encanta a tu foto” o “por qué tenés amiguitas” componen las frases del famoso tóxico promedio a nivel país.
“Amiga, date cuenta” es la conocida frase que se aplica en momentos donde la pareja más vulnerable de la relación justifica los maltratos psicológicos, alegnado que su novio tuvo un mal día o expresando “así luego es, pero me quiere”. No existe la persona que no tenga que afrontar dilemas diarios, pero los problemas personales nunca justifican el maltrato a otra persona.
Si Cupido te flechó con el equivocado y vos, como siempre, tenés la mala suerte de lidiar con una relación inmadura y dañina, empoderate y no sientas la presión social de que el 14 de febrero es una fecha que obliga a estar con alguien.
Por Ezequiel Alegre (19 años)