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Desde el año 1952, se lleva a cabo el famoso certamen de belleza “Miss Universo” y candidatas de todas partes del mundo compiten a fin obtener la corona de quilates sobre la cabeza, pues el título de Miss resulta el más prestigioso en toda la trayectoria de los concursos de belleza. Este año, la piel blanca, la cabellera rubia, los ojos azules y un discurso vacío, no fueron características de la victoria anual, ya que la ganadora rompió gran parte del estereotipo de belleza que se atribuye a las mujeres desde hace siglos.
Una joven activista sudafricana de 26 años, llamada Zozibini Tunzi, fue la segunda mujer de piel negra en obtener el título de la más hermosa del mundo. Dentro del contexto del evento, la miss dio el giro de 180° a la típica coronación, pues decidió sacar provecho de la emisión a nivel mundial para hacer un llamado de atención acerca de la igualdad de género y la violencia contra la mujer.
“No veo por qué las mujeres no pueden recuperar en 2019 el terreno perdido frente a los hombres; tampoco veo por qué las mujeres deban seguir siendo víctimas de violencia de género en manos de hombres que supuestamente las aman”, fueron las palabras de la ganadora. Esta oración encaja con nuestra realidad local pues, este año, la problemática fatal que apunta al género femenino, según cifras oficiales del Ministerio de la Mujer, revela casi 50 feminicidos ocurridos hasta entonces.
El discurso de la flamante Miss Universo intenta poner a prueba a un gran colectivo de personas que tiene el control de generar un cambio en la sociedad y, mientras eso suceda, el machismo debe ser pisoteado desde la primera educación: el hogar. Como mencionaba Zozibini en su discurso, el verdadero paso que un hombre puede dar es enseñarles a sus hijos desde una edad temprana cómo mirar a las mujeres con igualdad; así, cuando crezcan, serán los hombres que la sociedad necesita.
Por otro lado, la joven sudafricana hizo referencia al liderazgo que las niñas deben adoptar a fin de obtener su lugar en la sociedad, pues otra situación, consecuencia del machismo, es el pensamiento tradicional que asigna roles específicos de acuerdo al género y, muchas veces, esto limita a las chicas a asumir de forma libre otros oficios.
La revolución de pensamiento y carácter feminista, que cada vez surge más, como vimos, va expandiéndose hasta en los certámenes de belleza.
Por Ezequiel Alegre (19 años)