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Reacción en cadena, bola de nieve, gota que colma el vaso y otras más son las expresiones que hacen referencia al efecto dominó. Una serie de acciones específicas pueden ser los factores que desaten hechos más grandes o relevantes de forma espontánea, continuando una línea que, generalmente, va de mal en peor.
Un cartel que diga "no a la discriminación" puede terminar olvidado, así como también podría servir de inspiración para toda una campaña que luche contra los prejuicios sociales. Asimismo, este efecto bola de nieve, que se relaciona con la psicología colectiva, se da aleatoriamente en la sociedad, caracterizándose por hacer crecer esas pequeñas acciones que resultan semillas para un árbol, próximamente, muy grande.
Según el pensamiento de Gustave Levón, autor del libro "Psicología de las masas", cuando la ira y la impotencia se acumulan en gran número de personas, las barreras caen y hechos colectivos se desatan. Gritos e histeria de quienes suelen permanecer en calma aparecen, ya que el sentimiento de potencia invencible y fulgurante reina, lo que caracteriza a muchas manifestaciones actuales que dejan atrás su forma pacífica para reavivar los instintos básicos de la conducta humana.
Remitiéndonos a la historia, en un sentido político, el presidente estadounidense Dwight David Eisenhower pensaba que este efecto podría ser perjudicial ante los intentos de expansión ideológica de la Unión Soviética, en época de la Guerra Fría. Al final, estas dos potencias fueron las que, de algún u otro modo, fracturaron aún más las fronteras y enfrentaron las distintas formas de organización gubernamental al extender su manera de pensar, como si los países menos desarrollados fueran pequeños dominós.
Si hablamos de las fracturas en los pensamientos políticos, el efecto dominó resurgió para declarar su presencia sobre los ciudadanos inconformes ante distintos regímenes, ya sean socialistas o capitalistas. En ese sentido, desde bolivianos, venezolanos, chilenos hasta honkonenses luchan, a través de manifestaciones cada vez más multitudinarias, en reclamo de autoridades honestas que realmente les representen.
La tesis del efecto dominó, al menos en el sentido revolucionario, se expresa teórica y prácticamente en cada uno de los minutos que comprende la película The Joker. La visión del director Todd Philips y la interpretación protagónica de Joaquín Phoenix presentaron eslabones de la locura y de la inconformidad social, lo cual poco a poco hará desatar un conjunto de reacciones en cadena que se salen de control; curiosamente, esto es lo que hace a la película un reflejo de la histeria colectiva.
Viendo que las tensiones crecen y la ira se acumula, no solo en nuestro país, ¿cuál será el destino de la sociedad latinoamericana futura ante la inminencia del efecto dominó?
Por Eliseo Báez (17 años)