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En nuestro pueblo ancestral, los indígenas guaraníes practicaban la recolección de hierbas curativas, las cuales tenían la función de calmar toda clase de dolencias, pues, en aquellos remotos años, los chamanes que más sabían de farmacopea eran los médicos sanadores. Entonces, de generación en generación, la arraigada cultura de ingesta de plantas medicinales, hoy en día, constituye el legado beneficioso de nuestros antepasados.
De acuerdo con el alcance que logran las “hierbas mágicas”, este 22 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Medicina Tradicional, con el objetivo de preservar el conocimiento de la medicina y los tratamientos que enlazan a esta práctica tradicional. En 1991, esta fecha fue establecida por la Organización Mundial de la Salud, a través de la Declaración de Beijing, para promover políticas públicas que garanticen una eficaz y segura utilización de la medicina popular.
Cuando tendemos a comer “todo encimado" y nuestro sistema digestivo se convierte en un maremoto con truenos, lo que nos dirían nuestros abuelos sería “tomale palosanto o té de boldo para ir de cuerpo”. Asimismo, el guavira y el tapekue alguna vez nos ayudaron a calmar las heridas causadas por cabezudear; ¿gua'u que no?
Para recordar la fecha, nuestros nativos guaraníes dejaron legados como, por ejemplo, tres clasificaciones de remedios naturales: el pohã ro'ysã, pohã aky y el pohã pochy. Según nuestra tradición, las medicinas refrescantes son utilizadas para la fiebre o como diuréticos; además, los remedios calientes ayudan a combatir las enfermedades causadas por el enfriamiento del cuerpo, mientras que los pohã pochy solo son aplicados en casos particulares.
Según el sitio web oficial de la OMS, la atención primaria curativa, en países en vías de desarrollo, está basada en la medicina casera, ya sea por tradición cultural o porque no existen otras opciones. Así también, la organización sostiene que el uso de estas hierbas compone una costumbre en un 80% de los países.
En nuestro país, la sabiduría de los indígenas fusionó las virtudes de las plantas medicinales y, en conmemoración, debemos celebrar y recordar con el elemento indispensable cargado de remedios: ¡sí!, el característico tereré con pohã ñana.
Por Ezequiel Alegre (18 años)