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Según datos de la investigación Desafíos del Empleo Juvenil en Paraguay elaborado por el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya, la tasa de desocupación juvenil alcanza el 11 %, casi duplicando el porcentaje de desempleo general de nuestro país (7%). Así pues, el proceso de acceder al primer trabajo constituye toda una travesía, pues la falta de experiencia se convierte en la primera piedra con la que tropiezan muchos chicos y chicas.
Además de elaborar un currículum dinámico y conciso, enfrentar la primera entrevista laboral constituye el segundo obstáculo en el transcurso de este recorrido. Entonces, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de prepararnos para este temido encuentro?
Según el blog Entrevistas de Trabajo, la presentación, la imagen personal y el lenguaje corporal representan los ejes centrales que deben tener prioridad. En este contexto, preparar un buen discurso acerca de nuestras habilidades y limitaciones será el mayor aliado, pues la capacidad de entablar un diálogo fluido, natural y, sobre todo, sincero inclinan con fuerza la balanza de las posibilidades de acceder al puesto anhelado.
Por otro lado, en un artículo publicado por The New York Times, el psicoterapeuta Jonathan Alpert menciona que muchos jóvenes confían demasiado en artículos y libros para superar las entrevistas. Consecuentemente, según el especialista, olvidan que los gerentes de recursos humanos conocen como la palma de la mano estas guías y pueden detectar las respuestas prefabricadas.
“Ellos quieren saber qué hace destacar a un candidato de entre los demás y no están buscando un dron corporativo”, recalca Jonathan Alpert. De este modo, el psicoterapeuta señala que la clave es ser auténticos, pues la primera entrevista no es un temible monstruo, sino una simple conversación.
Además, en el mencionado artículo, la entrenadora de negocios Lois Barth señala que exponer que no tenemos dificultades arruinará completamente nuestras posibilidades de pasar a la siguiente fase de selección. De esta manera, la forma de expresarnos también constituye un punto clave, ya que utilizar términos como “quizás” y “posiblemente” nos hacen ver como personas inseguras y pueden dañar nuestra credibilidad; por otro lado, demostrar demasiada seguridad, hasta el punto de la soberbia, creará dudas sobre nuestras capacidades de relacionamiento con los demás.
Asimismo, la experta en carreras de la plataforma LinkedIn, Blair Decembrele, señala la importancia que tiene la “congruencia cultural”; es así que, compartir valores y pasiones similares con la empresa a la que aspiramos acceder representa otra base fundamental. De ahí que, investigar acerca de la cultura de la compañía, el manejo e, incluso, la vestimenta de los funcionarios constituye otra de las tarea elementales, con miras a la primera entrevista.
¡Recordá que lo fundamental es confiar en tus capacidades! Buscar siempre el punto medio entre la inseguridad y el exceso de confianza será la clave.
Por Rebeca Vázquez (18 años)