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“HolaSoyRoberto ha agregado un nuevo video”, la notificación del canal de tu youtuber favorito ya aparece en tu celular y te disponés a pasar un buen rato mirando sus ocurrencias, escuchando su opinión o aprendiendo acerca de alguna curiosidad. Los creadores de contenido se ganaron un apreciado puesto en los corazones de muchas personas alrededor del mundo, a tal grado que varios jóvenes, en busca de suscriptores, suelen hacer locuras para parecerse a ellos.
La semana pasada, un joven youtuber de 29 años, llamado Rubén Carbonell, perdió la vida en Alicante, España; el creador de contenido se arrojó desde lo alto de una fábrica de cemento de 50 metros y su paracaídas falló. El video debía ser subido a su canal, en el cual el deportista se grababa realizando “puenting” y otras disciplinas extremas.
Antes de que se diera a conocer el deceso, la cuenta de Carbonell contaba con tan solo seis suscriptores, pero las cifras de seguidores y de visualizaciones subieron luego de la tragedia. El suceso lleva a la inevitable reflexión acerca del creciente impacto de Youtube en miles de personas que son capaces de sacrificar un futuro laboral, una buena reputación e, incluso, sus vidas para conseguir un momentáneo reconocimiento y la monetización de sus trabajos audiovisuales.
De una manera muy similar, tres youtubers murieron el año pasado al caer del Shannon Falls, una de las cataratas más altas de Canadá, mientras se encontraban grabando para su conocido espacio digital. Los jóvenes eran Ryker Gamble, Alexey Lyakh y Megan Scraper, quienes poseían una exitosa cuenta en la que, como Carbonell, compartían sus viajes y experiencias extremas.
La nueva tendencia también envuelve a inescrupulosos que realizan acciones ilegales en busca de la ansiada fama. En este sentido, un adolescente chileno subió a su canal, denominado Peluchín Entertainment, un video en el que golpeaba a su gato hasta matarlo.
Un joven español publicó una pésima “broma callejera” en la que humillaba a un hombre desamparado. En la grabación se puede observar que el creador de contenido saca el relleno de unas galletitas dulces y lo cambia por crema dental, para entregar el “refrigerio” a una persona que encontró en la calle. El youtuber fue condenado por el juzgado de Barcelona a 15 meses en prisión y la plataforma cerró su canal, que contaba con más de un millón de suscriptores.
Incursionar en Youtube representa una excelente manera de explorar tus conocimientos y compartirlos con personas alrededor del mundo. Si deseás ingresar a este universo audiovisual, no arruines tu futuro por un error que se hará viral y tampoco arriesgues tu vida por un efímero momento de fama; recordá que podés alcanzar el éxito mediante tus habilidades.
Por Belén Cuevas (17 años)