Roben menos

El reclamo de los vecinos de Coronel Bogado y Carmen del Paraná contra el aumento de la tasa de peaje es justo y necesario. La cercanía entre ambas, las relaciones comerciales, laborales, familiares incluso, hacen que constantemente haya un flujo de personas entre ambos distritos, en algunos casos más de una vez al día, y una estación de peaje instalada en el medio constituye una sangría importante.

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En el país de las inequidades, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) les carga a los pobladores de estos dos distritos con una pesada tasa de peaje de G. 10.000 por utilizar 12 kilómetros de ruta. Mientras, en otros tramos de la misma vía se pueden transitar más de 100 kilómetros sin pagar un solo guaraní. Tal es el caso del departamento de Misiones.

Aquí el MOPC les mete la mano en el bolsillo a los trabajadores, a los estudiantes, a educadores, que van y vienen entre una ciudad y otra sin observar un aspecto tan elemental y simple como el mencionado más arriba, y sin considerar la realidad cotidiana de dos distritos vecinos con un alto flujo de personas entre sí.

Sin contemplar la realidad económica de ese ciudadano que debe hacer malabares para llegar a fin de mes, y pagar sus impuestos, y la educación de sus hijos, y la salud privada, porque el Estado está siempre carente de recursos para atender al pueblo. No así para mantener una costosa, ineficiente y, para colmo, corrupta burocracia política y administrativa.

En el contexto de los reclamos de estos ciudadanos, el viernes tuvo lugar en Coronel Bogado una reunión entre representantes municipales de ambos distritos y parlamentarios itapuenses, donde el pedido unánime fue impulsar ante el Gobierno central una iniciativa para exonerar del pago de peaje a los automovilistas de Carmen del Paraná y Coronel Bogado. La propuesta parece ser la mejor salida. Caso contrario, mudar de lugar el puesto de cobro, y liberar el espacio entre ambos distritos.

Durante la reunión de referencia se pudo escuchar de boca del diputado liberal Carlos Pereira, que de todo lo que recauda el MOPC en concepto de peaje en el país, el 58 por ciento se destina a salarios, y apenas un siete por ciento a inversión física y mantenimiento de rutas.

Vale decir entonces que el “apytu’û” del asunto no pasa por aumentar el peaje, sino por dilapidar menos el dinero del pueblo para mantener una burocracia zángana que desangra el presupuesto público. Señores del gobierno: roben menos, y sobrará plata. Esa es la ecuación que se debe resolver.

jaroa@abc.com.py

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