Adictos y chatarreros

La ciudad de San Antonio está siendo afectada por la gran cantidad de adictos a las drogas, y cada vez va en aumento, pero no solo el estado de adicción de los adolescentes y jóvenes es la preocupación de la ciudadanía, sino los hechos delictivos que están creciendo enormemente.

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Los sucesivos hechos de robos y asaltos que ocurren en el distrito se atribuyen a los famosos “chespiritos” (consumidores de drogas), que deambulan de noche y de día por las calles y barrios de la ciudad de San Antonio.

La semana pasada ingresaron por cuarta vez al centro de salud y robaron los cables que alimentan de energía a todo el edificio. El centro asistencial quedó sin luz por más de 10 horas, y los médicos tenían que atender a oscuras. Más de 50 metros de cable preensamblado se llevaron los delincuentes, generando un daño económico muy grande a la unidad sanitaria de salud. La pérdida orilla los 10 millones de guaraníes, monto importante para el consejo local de salud.

Estos delincuentes ya llevaron hasta el compresor de aire acondicionado del referido nosocomio, ni los focos se salvan de estos inadaptados de la sociedad. Los responsables del centro de salud buscan los mecanismos para proteger sus equipos.

Bien sabemos que el tema de la adicción es un problema de salud pública, pero hasta hoy día el Gobierno nacional no busca los medios para asistir y ayudar a quienes cayeron en las drogas, que cada vez van en aumento y generan una terrible inseguridad.

Ahora la gran pregunta es: ¿dónde venden lo robado? Llevan a las famosas chatarrerías, que en los últimos años pululan en todo el departamento Central, pero no son más que pantallas, porque en estos lugares se reducen los objetos sustraídos en forma ilícita.

Los chatarreros se asocian con los adictos, porque pagan sumas irrisorias por materiales caros, como los cables y otros objetos que son robados de las casas, y luego los venden a precios mucho más elevados.

Las autoridades, tanto de la municipalidad como la propia fiscalía, deben controlar y regular el funcionamiento de estas chatarrerías y solo así se podrán combatir los constantes robos y asaltos en la ciudad.

Los adictos roban porque tienen mercado seguro; si no se toma en serio este tema, la situación empeorará cada vez más y la ola de robos será insostenible y la ciudadanía deberá defenderse como puede.

hruizdiaz@abc.com.py

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