Un clásico del Partido Colorado

El Presidente de la República, Santiago Peña, colorado del movimiento Honor Colorado, contó apenas con un año y cuatro meses con el respaldo de todo los sectores de la Asociación Nacional Republicana (ANR), pero como es un clásico dentro de la nucleación política, se repite el ciclo de ruptura.

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En los inicios del Gobierno del Poder Ejecutivo, colorados que en las internas anteriores aparecían como disidentes, daban discursos en los que enfatizaban que le otorgaban “fichas” a Peña para ver su desempeño. También para apoyarlo en sus proyectos de ley.

Sin embargo, poco a poco, la tolerancia se fue esfumando. Numerosos proyectos de ley que tuvieron casi nulo debate tanto fuera como dentro del Parlamento, más la mayoría cartista en ambas Cámaras, hastiaron a los colorados, principalmente de Fuerza Republicana.

Lejos quedaron esas palabras de apoyo al primer mandatario para que el Congreso Nacional no sea “un palo en la rueda” y se cumplan las promesas de campaña. Aquellos que prefirieron primero ver “correr el agua en el río” y cómo se desarrollaba la gestión, hoy comienzan a opinar de otra manera.

Algunos disgustados con el manejo partidario, otros por las actuaciones de la “aplanadora cartista” y “satélites” en el Legislativo, no se guardan críticas a las decisiones y leyes que encabeza Peña. Además de ser un momento quizá prematuro para empezar a hacer proselitismo de cara a las municipales y luego presidenciales.

Pero, esta situación de disgustos entre movimientos, conocida desde hace décadas, cobra otra vez fuerza, pues existe disconformidad con la forma de dirigir del titular del Partido Colorado, Horacio Cartes y los votos de sus legisladores.

Un ejemplo son las reacciones de los abdistas que comenzaron hace un tiempo a hacer reuniones en diversos puntos del país para crear un frente que intente frenar las intenciones del cartismo en avanzar con sus planes.

El otro caso y el más llamativo, es el del grupo de la senadora disidente, Lilian Samaniego, que ve como el cartismo no se detiene y deja a colorados molestos por el camino. Con la bautizada “ambulancia republicana”, veremos si desde enero de 2025, se gesta una nueva fuerza que aspira a cargos de relevancia y corre por su camino o se podría dar una unificación con el equipo que lidera el expresidente de la República, Mario Abdo Benítez.

El tiempo será el encargado de responder esta incógnita, en un clásico más, de las diferencias políticas dentro del Partido Colorado.

sergio.valdez@abc.com.py

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