Caacupé, ¿y ahora qué?

La fiesta mayor de Iglesia llegó a su fin con una importante cantidad de paraguayos e incluso de extranjeros que se hicieron presentes en el santuario de la Virgen. El 7 y 8 de diciembre, Caacupé congregó a miles de feligreses que llegaron para agradecer por favores recibidos. Los visitantes no solo dejaron su muestra de fe y religiosidad, sino también mucha basura que hasta ahora no se cuantifica.

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Jóvenes, niños y adultos llegaron a pie, en carretas, bicicletas y en bus cumpliendo una peregrinación que para muchos es tradicional.

Los mensajes de los celebrantes fueron llamada de atención hacia el sector más vulnerable, que hoy están olvidados por el Estado y dependen de la solidaridad de la gente para subsistir. Esas preocupaciones se resumieron en la Carta al Pueblo que leyó Mons. Ricardo Valenzuela al término de la misa del 8 de diciembre.

La festividad culmina hoy con la octava. Mañana, Caacupé retornará a su rutina normal, pero como siempre recibiendo a los promeseros.

Ante esta realidad, el desafío de las autoridades de Caacupé es trabajar para recibir mejor a los peregrinos, porque ellos dejan una buena cantidad de dinero en la ciudad. Esto se reflejó por ejemplo en los comerciantes que se anotaron para vender sus productos durante la festividad.

En esta edición de la fiesta patronal se tuvo la participación de 1.374 vendedores. El costo del espacio para cada persona abarcó desde G 200.000 a 400.000 y hasta ahora se tiene una recaudación de G. 438.480.056.

También se pudo ver la alegría de los emprendedores caacupeños quienes lograron hacer su agosto en diciembre aprovechando la afluencia de personas en la capital espiritual.

Se reportó un interesante movimiento comercial en el rubro de la gastronomía, el turismo y en la venta de la artesanía local.

Al ver esto, las autoridades pertinentes deben invertir de forma correcta en Caacupé, tienen que gastar más en obras que beneficien a todos por igual, por ejemplo, gestionar la inclusión de un viaducto peatonal en el kilómetro 59 de la ruta PY02.

Hay que reforzar más la seguridad porque cada vez hay más robos, ofrecer un mejor sistema de salud en los hospitales y se debe garantizar la tranquilidad a la población.

El ideal debe ser que el dinero que ingresa a la ciudad no vaya solo al sueldo de los políticos, sino que también aporte al cambio y desarrollo que se merecen todos los caacupeños y quienes llegan a esta ciudad para pagar sus promesas.

faustina.agüero@abc.com.py

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