Corazón

En una fría mañana de julio de 1996 se realizaba el primer transplante de corazón del Paraguay en el Centro Médico Bautista. El equipo, liderado por Dr. José Corvalán, implantó un nuevo corazón a Pedro Núñez (36). El donante fue Juan Bautista Chaparro (41), diagnosticado con muerte cerebral. Hasta entonces, a Núñez solo le quedaban seis meses de vida. Con la donación, vivió cuatro años más. Esa operación significó un hito para la medicina paraguaya y la esperanza para muchos otros enfermos del corazón.

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Entonces, esta operación también abrió un debate en la sociedad paraguaya sobre la importancia de la donación de órganos y de respetar la voluntad del donante, tras su fallecimiento. Después de la hazaña de aquella fría mañana de julio se sucedieron otros milagros similares de la mano de la ciencia.

Pero hoy, casi 30 años después, la donación de órganos sigue siendo foco de debates pese a que inclusive existen marcos legales que garantizan el respeto de la voluntad del donante. La discusión viene a la mesa luego de la operación y, lastimosamente, posterior fallecimiento del pequeño Milan Alexander, de seis años.

El niño estuvo conectado por más de un año a un corazón artificial llamado Berlin Heart, en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu de la ciudad de San Lorenzo. Esta semana entró a quirófano para recibir el corazón de un joven de 19 años. Tras más de 15 horas de operación, en la que participó un equipo de medio centenar de personas (encontrarán la lista más abajo), el pequeño no resistió lo que los médicos llaman las “horas críticas”.

Se hizo todo lo médica y científicamente posible, pero su pequeño cuerpo no aguantó. Actualmente hay otros cuatro niños en lista de espera de donación cardiaca. Una de los cuatro, es una pequeña de dos años, quien está conectada a otro Berlin Heart.

Y aunque, ciertamente, la donación de órganos tiene su lado doloroso, es decir, para que haya un donante, alguien tiene que morir, la discusión no es esa. La discusión está en que los familiares de la persona potencialmente compatible con quien necesita el órgano, comprendan que respetar la voluntad del fallecido es el último y más grande acto de amor que puede dejar como legado.

Así sea que la persona viva cuatro años, diez, cinco o incluso unas pocas horas. Donar órganos nunca puede ser un error, independientemente de los resultados de la implantación.

Los héroes de Acosta Ñu

A continuación los nombres de las personas que trabajaron en la última operación de transplante de corazón en el Hospital Niños de Acosta Ñu, San Lorenzo.

Equipo Médico: Dr. Marcos Melgarejo, Dra. Nancy Garay, Dr. Hugo Recalde, Dra. Belén González, Dr. Alfredo Torres, Dr. Diego Gamarra, Dr. Héctor Meza, Dra. Belén Cabañas, Dra. Rohden Franciele, Dra. Mónica González, Dra. Lorena Maldonado, Dra. Ester Meza , Dra. Lizza Méreles, Dra. Sara Galeano y Dra. Eva Jara.

Perfusión: Lic. Ulises Bernal, Lic. Ismael Funes y Lic. Adelaida Ruiz Díaz. Enfermería de quirófano: Lic. Lilian Núñez, Lic. Nelson Penayo, Lic. Magdalena Miranda, Lic. Isaías Ferreira, Lic. Nory Rojas y Lic. Gregoria Ortiz. Lic. en Instrumentación: Lic. Cinthia Dure, Lic. Lida Nieuwmand, Lic. Araceli Fleitas, Lic. Mauricio Segovia y Lic. Rosaura D Leon.

Enfermería en Cuidados Intensivos: Lic. Aida Espinoza, Lic. Merlina González. Lic. Margarita Gamarra, Lic. Marta Cano, Lic. Rocio Vera, Lic. Aurelia Domec, Lic. Mirta Fernández, Lic. Natalia Páez, Lic. Cynthia Godoy, Lic. Mirian Rodas, Lic. María Riveros, Lic. Ada Centurión y Lic. Nora Riveros. Enfermería supervisión: Lic. Luz Leguizamón y Lic. Sabrina Villalba. Servicio de limpieza: Sr. Fredy Cristaldo, Sra. Lidu Cáceres y Sra. Francisca Figueredo. Asistentes Proveedores: Sr. Horacio Brítez, Sra. Emilce Ojeda y Sr. Jorge Paredes.

Tras 15 horas y 30 médicos implantaron un nuevo corazón al pequeño  Milan Alexander diagnosticado de miocardiopatia dilatada severa. Lastimosamente, el niño no resistió las horas críticas.
Tras 15 horas y 30 médicos implantaron un nuevo corazón al pequeño Milan Alexander diagnosticado de miocardiopatia dilatada severa. Lastimosamente, el niño no resistió las horas críticas.
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