Cadena de incompetentes

La ciudad de Coronel Oviedo, capital del departamento de Caaguazú, es altamente comercial, política y social. Cuenta con unos 130.000 habitantes, diariamente recibe la visita de miles de personas de diferentes puntos de la región para realizar compras, hacer gestiones o estudiar en la localidad. Estas características la convierten en un municipio de referencia, pero su infraestructura es comparable a la de un “pueblo en guerra”.

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Las calles y avenidas de la ciudad están en estado calamitoso, con enormes baches y cráteres, que derivaron en accidentes de tránsito.

La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (Essap) es la principal responsable de los enormes baches. La red de tuberías de la aguatera pública en la ciudad fue instalada hace más de 25 años y están obsoletas.

Roturas de caños se tienen por todos lados y los operarios de la Essap deben romper la capa asfáltica o destruir empedrados de calles para hacer “reparaciones” y soluciones a las pérdidas de agua. Luego, dejan enormes pozos.

La Municipalidad de Coronel Oviedo, administrada por Marcos Benítez (ANR), cuenta con un presupuesto anual aproximado de G. 26.000 millones, de los cuales unos G. 5.000 millones son destinados a obras, según la distribución en papeles.

Lo llamativo es que desde la administración del exintendente Eladio González (2015-2021) hasta lo que transcurrió del periodo de gobierno actual no se observa obra vial importante con recursos propios en la ciudad.

Esta misma situación se observa con la Gobernación de Caaguazú, administrada por Marcelo Soto (ANR), que tiene un presupuesto anual de G. 80.000 millones.

La última obra llevada a cabo en esta ciudad data de inicios de este año y fue a través de una donación de la entidad Itaipú Binacional. Por cierto, también se encuentra parada, según el intendente, porque la Essap debe concluir ciertos trabajos.

Autoridades comunales, departamentales y nacionales se laurean como si fueran sus obras y publican por todos los medios como su “logro”.

Los ovetenses están cansados de la enorme deficiencia de la Essap y de la inoperancia de la Municipalidad y la Gobernación. También están hartos de las autoridades políticas de turno que solo se preocupan en llenar sus bolsillos y nada favorable hacen por la ciudad.

El ciudadano de bien está cansado de reclamar y denunciar en forma estéril la inoperancia de las instituciones. Está harto de la clase política que beneficia solo a un sector partidario y deja de lado las necesidades del pueblo paraguayo.

victor.barrera@abc.com.py

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