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Y a pesar del covid en que prohibieron estas bebidas tomar en grupos para no transmitir el virus. Pasada la pandemia hemos vuelto a la vieja costumbre. En 1964 Marshall Mac Luhan imaginó la aldea global. Un mundo globalizado en que todos estaríamos cerca uno de otro. Viendo la misma serie y comprando la misma marca de ropa. Que increíble después de sesenta años estamos viviendo exactamente lo que Mac Luhan preconizó y así utilizamos las redes e internet. Google o Wikipedia. Todo en un teléfono celular. Nos metemos en la farándula y las ciencias. El periodismo y el arte. El deporte y las finanzas. La salud y la política.
Algo que sucede muy lejos es como sucediera en nuestra propia casa. Ya no existen distancias ni fronteras. Y las noticias son inmediatas y las vemos con imágenes en tiempo real. La comunicación ha dado un paso gigantesco más asombroso que la llegada del hombre en la luna en1969. Este 21 de julio se cumplen 55 años de aquella hazaña memorable de la pisada del Apolo 11 en suelo lunar.
En las ruedas de tereré es donde más se comentan las noticias. Fútbol y chismes. Gente famosa y cómo está la situación política del país. El precio del pasaje y la canasta familiar. Si uno se pone a escuchar con atención es mucho lo que se puede aprender en estos encuentros muy divertidos y pedagógicos. Sería bueno que algunos políticos o autoridades se acerquen a oír las opiniones de estos verdaderos analistas de la realidad. No tienen pelos en la lengua ni andan con eufemismos.
Dicen las cosas tal cual y nunca se equivocan. Mentira que el pueblo no se informa ni comenta. Mentira que no participa ni se involucra. Hay que estar por esos lugares para tomar el termómetro y medir la temperatura. La gente escucha las noticias. La gente sabe lo que pasa. La gente vive su cruda realidad y la analiza.
Son los políticos que viven en una campana de cristal y no saben lo que pasa afuera en las calles y los mercados. En los colectivos y las plazas. En las canchas y las escuelas. En las tiendas y los hospitales. Los políticos solo salen en tiempos de campañas proselitistas y después chau. Si te he visto no me acuerdo y cambian sus números de celulares para que nadie les consulte o moleste. Menos para realizar un pedido o recibir un reclamo.
El pueblo ya está despierto y descubre el engaño al que es sometido y manipulado. No es ningún tonto y sabe que sus líderes convierten el Estado en una empresa privada donde se reparten todas las ganancias y los recursos. En las rondas de mate y tereré se opina de todo. Se escucha de todo.
Ahí late el sentir de un pueblo cansado de tantas décadas de mentiras y robos. De extorsión y atropellos. De abusos e injusticias. Es bueno que sepan los de arriba que la gente de la calle sabe mucho más de lo que ellos se imaginan.