Anexo C: el próximo partido a jugar

El pasado mes de mayo los gobiernos de Paraguay y Brasil difundieron su acuerdo sobre la tarifa que regirá para Itaipú en los próximos años de 2024, 2025 y 2026. Como de costumbre, el gobierno paraguayo anunció este hito como un logro histórico, tratando de apaciguar los polémicos antecedentes de este acuerdo.

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Entre ellos, el hecho que en los años anteriores la tarifa había sido efectivamente reducida (cuando se hablaba del supuesto logro de una tarifa intermedia); o el hecho que los ingresos adicionales representaban migajas con relación a lo que se podría lograr si no se hiciera caso omiso a componentes claves del costo de energía, como el pago de la deuda corrupta; o el hecho que no se avanzaron en medidas efectivas para reforzar el control y el uso transparente de los fondos.

En paralelo, el gobierno anunció que, a partir de este acuerdo, se da inicio al proceso de revisión del Anexo C, proceso que estaría resuelto para finales de este año.

¿Qué significa la revisión del Anexo C?

El Anexo C establece las bases financieras y comerciales de la prestación de servicios de electricidad de la entidad, tal como los componentes que rigen la tarifa, las condiciones de contratación de la energía, etc.

La posibilidad legal de revisarlo se habilitó en el 2023, cuando se cumplieron los 50 años de la firma del Tratado, y se terminó de pagar la deuda tomada originalmente para la construcción de la represa.

En otras palabras, a partir del mutuo acuerdo del uso compartido por ambos países en 50/50, el Anexo C establece como la energía generada en Itaipú puede ser adquirida y comercializada, incluyendo quien (es) tiene (n) la potestad y preferencia para hacerlo – incluyendo disposiciones sobre el destino de la energía no utilizada por una de las altas partes (es decir, disposiciones sobre el derecho de cesión de energía).

Como puede verse, se trata de revisar un acuerdo que es clave para el desarrollo del país, ya que permitirá que el país siga disponiendo de energía limpia, barata y renovable para los próximos 50 años.

Se trata del siguiente gran partido que el Paraguay debe salir a jugar.

Una agenda para la revisión del Anexo C

Teniendo en cuenta este escenario, es clave que el Paraguay cuente con una agenda clara para la revisión del Anexo C. La construcción de esta agenda comienza internamente.

Esta agenda debe ser capaz de recoger y reflejar el uso que la sociedad paraguaya espera y necesita hacer de esta fuente de energía para generar un ciclo de desarrollo virtuoso.

Sin embargo, poco se ha debatido sobre los potenciales proyectos a apoyarse a partir de la contratación adicional de energía desde Itaipú como, por ejemplo, los proyectos de inversión de empresas electro intensivas, cuyos modelos se inclinan hacia un uso intensivo de la electricidad para generar productos de cuestionable valor en términos de generación de empleo, e inclusive en términos de su impacto ambiental.

Asimismo, se ha debatido poco sobre el marco institucional que va a regir dicha gestión, contexto en el cual se viene hablando de viabilizar la inserción del sector privado, con poca transparencia sobre las condiciones de dichas licitaciones y el objetivo final de dichas inversiones.

Finalmente, ante el inminente aumento de la demanda por energía a nivel interno, se necesita discutir más enfáticamente la necesidad generación de nuevas fuentes de energía, y las potenciales vías de financiamiento de dichos proyectos de infraestructura.

La clave del partido: participación ciudadana

Los últimos gobiernos dejaron evidente la falta de voluntad política para generar un cambio en el desarrollo histórico del país.

No se promovió un espacio de diálogo nacional amplio y participativo, que permita el intercambio sobre los diferentes escenarios posibles para llegar a un consenso interno, es decir, a una agenda nacional para Itaipú, que nos encuentre fuertes como país de cara a las negociaciones con el Brasil.

Ante esta realidad, es fundamental que la ciudadanía se mantenga alerta y participante, a través del fomento de diálogos intersectoriales para la construcción de los consensos necesarios que reflejen las necesidades de desarrollo del país, y que aseguren una distribución equitativa de las riquezas que se generan a través de Itaipú, evitando que los nuevos negocios queden en manos de los mismos beneficiarios de siempre, amigos del poder y concentradores de riqueza.

Como decimos desde siempre en nuestra campana, es necesario mantener la mirada amplia en Itaipú.

Actualmente, es poner la mirada hacia el desarrollo que queremos en los próximos años y entrar a jugar, tanto el partido que se juega internamente, como el que jugaremos ante el Brasil.

Autora: Sara Costa. Magíster en Relaciones Internacionales por la Universidad Católica de Río de Janeiro. Licenciada en Administración por la Universidad Federal de Río de Janeiro. Investigadora y Especialista en Gestión e Implementación de Proyectos de Desarrollo, miembro de la Campaña Itaipú Ñane Mba’e.

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