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Precisamente, hoy celebramos la solemnidad de la Ascensión, juntamente con la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, cuyo tema indicado por el Papa Francisco es: “Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana”, recordando que la inteligencia artificial debe favorecer el diálogo y no complicarlo.
El Evangelio enseña que Jesús resucitado dio las últimas orientaciones a sus discípulos y fue llevado al cielo con la promesa de algún día volverá, revestido de la misma grandeza.
¿Y nosotros? Nosotros seguimos en este mundo con la obligación de continuar la obra libertadora de Jesucristo. La tarea que el Señor nos deja, digamos así, es hacer que todos “sean llevados al cielo y se sienten a la derecha de Dios”, en otras palabras, que nadie esté lejos de Él, extraviado en embrollos mundanos, o como se dice popularmente: más desorientado que brújula en licuadora.
Para tanto, Jesús ordena a sus amigos más fervientes que vayan por el mundo, que tengan el coraje de desinstalarse, de abandonar las seguridades humanas para anunciar la Buena Noticia de su vida y de sus palabras.
Que ayuden a los demás a tener una fe transformadora de realidades, que no esté reducida a la participación más o menos mecánica de algunos rituales, pero que alcance las fibras más íntimas de las personas y las ilumine con el heroísmo de las bienaventuranzas.
El trabajo no es fácil ni tampoco rápido, porque sus enviados van a encontrar gente apegada al dinero, a sus posesiones, y lo que es peor, a su propia imagen y a su ego mal educado. Estos les van a hostilizar, pero el Señor está cerca para protegerlos cuando les den de beber un veneno mortal.
Un cuidado necesario para “sentarse a la derecha de Dios” desde hoy es usar con sentido crítico a los medios masivos de comunicación, especialmente la televisión y el celular, para no perder tiempo y crecimiento.
Todas las generaciones, especialmente las más jóvenes deben ser educadas para no quedarse dependientes de las redes sociales y de los jueguitos, inclusive disciplinándolas en cuanto a la pornografía por internet.
Asimismo, hoy iniciamos la Semana de Oración por la unidad de los cristianos católicos con los cristianos no católicos: rece usted también, y envíe esta invitación por las redes sociales.
Paz y bien.