Cargando...
Según relató la detenida desde el calabozo de la comisaría, ella utilizaba la planta con fines terapéuticos para tratarse el dolor crónico, como lo hacen cientos de personas que no encuentran alivio en terapias médicas convencionales.
El caso de la señora de las plantas de Independencia trae nuevamente al debate la necesidad de la legalización de la marihuana con fines terapéuticos. Varios países han avanzado hacia la despenalización, motivados por evidencia científica sobre sus beneficios terapéuticos y el deseo de regular mejor su uso. Ciertamente el válida la preocupación sobre posibles efectos secundarios y el impacto en la sociedad.
Pero la marihuana ha demostrado ser efectiva en la reducción de síntomas relacionados con enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple, epilepsia, y ciertas formas de cáncer. En países donde se ha legalizado su uso medicinal, se ha observado una disminución en la prescripción de opioides, que tienen un alto potencial de adicción y sobredosis.
Esto sugiere que la marihuana puede ser una alternativa más segura para el manejo del dolor. Las autoridades nacionales deben sacarse la careta y dejar su narcomoralina, cuando bien sabemos que más del 50% de quienes ocupan sus curules en el Parlamento han sido financiado con dinero proveniente del narcotráfico.
Urge la legalización, regulación y venta de marihuana medicinal para el beneficio de toda la sociedad. Por un lado, implicaría la generación de ingresos significativos para el Estado mediante impuestos, por ejemplo. Asimismo, impulsará la creación legal de empleos e incentivará la investigación en el sector farmacéutico. Una verdadera ecuación de “ganar-ganar”. Por el otro, al sincerarse el mercado, el sistema judicial se dejaría de joderle la vida a personas que nada tienen que ver con criminales a quienes y de quienes las autoridades se $irven todos los días.