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Sin embargo, esos “negocios” no son más que guaridas de bandidos, donde las víctimas terminan siendo estafadas, asaltadas, amenazadas de muerte e incluso secuestradas. De la cantidad de afectados, solo un mínimo porcentaje presenta denuncia, el resto sale prácticamente huyendo del país por temor.
Aunque las autoridades han debatido este problema en innumerables reuniones, hasta el momento no se presentaron respuestas efectivas, que contribuyeran al mejoramiento de la imagen de Ciudad del Este en el exterior.
Para abordar esta crisis, se están llevando a cabo operativos con resultado en el cierre de establecimientos fraudulentos y en la detención de presuntos criminales involucrados en esta red delictiva.
La efectividad de estas medidas aún está por verse, especialmente considerando la debilidad y, en ocasiones, la complicidad de la fiscalía que, a pesar de las denuncias, no ha logrado condenar a ningún responsable.
Es imperativo que este combate contra los “pirañitas” sea efectivo y que el Ministerio Público realice su trabajo como verdaderamente corresponde.
Mejorar la capacidad de respuesta para procesar y sentenciar a los responsables, enviaría un claro mensaje de que este tipos de actos delincuenciales no será tolerado y que aquellos que se aprovechan de los turistas enfrentarán consecuencias severas.
Se deben implementar medidas más sólidas y sostenibles para erradicar este problema de raíz e instaurar la confianza en la zona céntrica como destino seguro de compras. En ese sentido, es fundamental una cooperación más estrecha entre las autoridades locales, la policía y la ciudadanía en general.
La lucha contra los “pirañitas” en Ciudad del Este requiere un enfoque integral que abarque medidas preventivas, aplicación de la ley y apoyo interinstitucional. Solo mediante un esfuerzo concertado y continuo se podrá evitar que estos hechos delictivos vayan ganando terreno. Es cuestión de voluntad.