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El impacto de la tragedia ocurrida en 2017, cuando un grupo de delincuentes prácticamente se apoderó de la ciudad, cobrando la vida de un policía, hiriendo a guardias y causando destrozos en su afán por robar más de 11 millones de dólares de la empresa de transporte de caudales Prosegur, dejó en evidencia la vulnerabilidad de esta zona del país.
Siete años después de aquel suceso, Ciudad del Este vuelve a estar en el centro de la atención debido a un megarrobo perpetrado contra 140 cambistas, quienes en conjunto fueron despojados de unos 15 millones de dólares. Los delincuentes se tomaron el tiempo de elaborar y ejecutar un plan de ingeniería, construyendo un túnel de más de 150 metros para ejecutar su golpe.
Es lamentable que el impacto inicial de aquel gran robo no haya sido suficiente para implementar mecanismos de prevención permanentes, ni para fortalecer los trabajos de inteligencia y vigilancia que permitan detectar actividades criminales de tal magnitud.
Una urbe como Ciudad del Este, donde se genera un considerable movimiento económico del cual dependen miles de familias, requiere atención especial. La inseguridad no solo afecta la tranquilidad y el bienestar de los ciudadanos, sino que también obstaculiza el desarrollo de actividades económicas indispensables para el sustento de la comunidad.
Es necesario que se tomen medidas efectivas y se invierta en seguridad para proteger tanto a los habitantes como a sus medios de vida.
La repetición de estos eventos alarmantes denota la urgente necesidad de implementar un combate integral a la inseguridad. Esto implica no solo la implementación de medidas de seguridad física, como la instalación de sistemas de vigilancia avanzados y la mejora de la capacidad de respuesta de las fuerzas del orden, sino también el fortalecimiento de la cooperación entre las autoridades locales, regionales y nacionales.
Además, es fundamental involucrar a la comunidad en la lucha contra el crimen, además de ampliar la mirada de tal manera a evitar que las nuevas generaciones sigan cayendo en la delincuencia debido a la falta de oportunidades laborales y de educación.
Es necesario que tanto el gobierno como los ciudadanos asuman un compromiso activo y constante en la prevención y combate del crimen.