El Puercómetro

El aumento de casos de dengue evidencia el rol crucial de la prevención para evitar la transmisión de la enfermedad. Una simple volteada de botellas y recipientes puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, pero a algunos parece no importarle. El puercómetro apunta sus flechas hacia Central, Asunción, Paraguarí, Caaguazú e Itapúa, donde se registran la mayor cantidad de casos. Una lamentable “competencia” con nefastos resultados.

Cargando...

El recurrente aumento de los casos de dengue en estas épocas del año pone de manifiesto la alarmante falta de respuestas sanitarias eficaces. La actitud negligente de no erradicar posibles criaderos de mosquitos es un comportamiento que contribuye directamente al problema, sirviendo estos descuidos domésticos como focos de reproducción para el Aedes aegypti.

De acuerdo a datos oficiales hay 1.500 afectados nuevos por dengue semanalmente siendo la población infantil la más afectada; asimismo el 78% de los casos corresponden a Central, Asunción, Paraguarí, Caaguazú e Itapúa; Alto Paraná y Ñeembucú van en aumento.

La responsabilidad de mantener nuestros terrenos y casas libres de criaderos del mosquito es una tarea colectiva de la que ningún individuo está exento. La negligencia en la limpieza y el manejo de los desechos no solamente agrava la amenaza de una epidemia, sino que debe ser objeto de condena categórica, ya que compromete la salud pública. El Estado, en su capacidad de velar por el bienestar general, debe aplicar sanciones estrictas a aquellos que, con su inacción, ponen en riesgo a toda la comunidad.

Un entorno limpio es la primera barrera de defensa contra este enemigo y cada quien debe hacer su parte y no esperar, como es costumbre de todos los años, que otros solucionen el problema. Ejemplo: que los soldados de las FF.AA. salgan a las calles para ser de chachas de la gente puerca que solo sabe sentarse en la vereda a tomar tereré mientras unos extraños se desloman limpiando su puerqueza.

Por un lado, el Estado debe asumir con contundencia el fortalecimiento de programas que anticipen y contrarresten la recurrencia de la enfermedad. Por otro, es esencial inculcar en la ciudadanía una conciencia permanente del riesgo que supone no llevar a cabo una gestión adecuada de los espacios susceptibles de convertirse en criaderos de mosquitos.

La salud y seguridad de la población están en juego y dependen de nuestra capacidad colectiva para abordar estos desafíos con la urgencia y rigurosidad que merecen. Caso contrario, el puercómetro tendrá varios ganadores con “empate técnico” en pérdidas de vidas humanas, en especial la población infantil.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...