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La Cumbre y el cambio climático
La COP, Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, específicamente, Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático, se lleva a cabo con los distintos países parte, analizando la situación y los desafíos del cambio climático a nivel mundial.
Las inundaciones repentinas, las olas de calor, los incendios, entre otros grandes eventos, nos muestran que hay un cambio real en el clima, que debe ser abordado de forma seria a nivel mundial, más allá de las autoridades y personas que “crean o no” en el mismo.
El mismo Presidente Peña habló del cambio climático en la Cumbre, y lo reconoció al participar del evento. El desafío en la materia es, primeramente, salir de los debates estériles de si existe el cambio climático o no -similar a si existe Kailasa, o no- y centrarnos en el futuro que queremos construir como mundo y como país.
A partir de ello, proyectar, planificar y, por sobre todo, emprender soluciones reales, que nos permitan pensar un futuro próspero, de bienestar y desarrollo para todas y todos, en un planeta y un país que siga creciendo, produciendo, y existiendo.
De Paraguay para el mundo
Paraguay tiene mucho que dar. Como un país con enorme potencial energético, sienta las bases de un ejemplo de transición energética hacia la producción limpia basada en las energías renovables.
El gobierno destacó a Paraguay como un líder en energía renovable, y un ejemplo de la región y el mundo. Pero aquí se aplica el famoso, “sí, pero…”, y se abren las contradicciones que necesitamos zajar, cruzadas por los intereses materiales, económicos y políticos, que son las trabas a que este enunciado se haga realidad.
“Verde y azul”... y gris
Paraguay es líder en energía hidroeléctrica, pero es asimismo, un líder en regalarla a sus socios condóminos por migajas, perdiendo un enorme potencial de desarrollo nacional.
Paraguay es líder en el potencial de energía solar, pero es, asimismo, una lenta máquina burocrática que no permite optimizar esta oportunidad y ponerla a andar.
Paraguay es líder en oportunidades de desarrollo, pero es, asimismo, líder en dejarlas pasar, entregando grandes ventajas comparativas a los bolsillos de otros, permitiendo que unos pocos se enriquezcan, a costa de todos.
Esas contradicciones debemos poner en la mesa, para pensar con seriedad en cómo volvernos líderes reales de un nuevo modelo de desarrollo que aproveche nuestra naturaleza, nuestra gente y nuestro conocimiento, y lo vuelque para todos hacia el desarrollo y bienestar.
El silencio sobre lo real
Al discurso presidencial, que esconde las contradicciones, se enfrenta el silencio oficial, que sigue sin hablar de lo importante y lo real.
No tenemos negociación sobre el Anexo C de Itaipú. No tenemos aún tarifa ni presupuesto de Itaipú definido. No tenemos aún acuerdo de Argentina para el pago de la deuda de Yacyretá. No tenemos acciones concretas sobre nuevas fuentes de energía. Y más.
Las palabras las lleva el viento, y nos queda enfrente la realidad. Es necesario sacar el humo que busca esconderla, y enfrentar estos desafíos sin más.
*Doctoranda en Educación por la Universidad de Barcelona, Máster en Educación y Sociedad, Cientista Política por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Docente e investigadora. Integrante de la Campaña Itaipu ñane mba’e / @itaipunanembae