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Lo llamativo y absolutamente contradictorio, es que quienes dicen defender de “ideas foráneas” nuestro país y nuestra Constitución Nacional, hoy están representados por Miguel Ortigoza, representante en Paraguay de la ONG evangélica Capitol Ministries, cuyo objetivo es “la evangelización del Estado”, prohibida por la Constitución Nacional.
En un comunicado firmado por la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Estudiantes del Paraguay, presidida por el pastor evangélico Miguel Ortigoza, del 30 de junio de este año, en el punto 4 alegan “rechazamos cualquier nombramiento de personas que respondan a oenegés que apoyen la implantación de la ideología de género o intereses internacionales que puedan socavar la Soberanía Nacional”, haciendo alusión al nombramiento en el MEC de Luis Ramírez y Federico Mora.
El propio Ortigoza dijo cuando se dio a conocer el nombramiento de Ramírez en el MEC, que “es un abrir puertas a las organizaciones no gubernamentales como Juntos por la Educación, que tienen injerencia de ideologías que no están alineadas con nuestra costumbre. Entonces, realmente lamentamos la nominación, ya que Ramírez viene de representar a las instituciones privadas”.
Lo hipócrita y contradictorio de Miguel Ortigoza, es que es miembro de la oenegé evangélica Capitol Ministries, cuyo objetivo principal es la “evangelización del Estado”, lo cual no solo carece de coherencia en el discurso del pastor, cuyo relato va “en contra de ideas foráneas” o que “atenten contra la Constitución Nacional”, sino que sus propios intereses tienen un objetivo que está expresamente prohibido por la carga magna, “ninguna confesión tendrá carácter oficial”.
Además, representa una ideología extranjera, siendo que la organización Capitol Ministries tiene origen en Estados Unidos, considerando que el evangélico fue uno de los principales promotores de la derogación del convenio con la Unión Europea, por supuestamente tener condicionamientos para instalar ideas foráneas.
Es importante tener pluralidad de ideas en la educación, por lo que la inclusión de las instituciones religiosas, que forman parte de la sociedad, es innegable.
Sin embargo, la mentira, que oculta intereses particulares, como los de Miguel Ortigoza, cuyos objetivos violan nuestra institucionalidad y ley suprema, buscando “evangelizar” a nuestros niños utilizando la estructura del MEC, es inaceptable, por eso, al pastorcillo mentiroso, el Estado debe decirle con contundencia “¡con los niños NO!”.